La autora es Strategic Marketing Manager de Ingenico México y Cono Norte.
En un entorno dominado por el comercio digital, el e-commerce y múltiples canales de venta, los hábitos de consumo se han redefinido por completo. Hoy, los clientes buscan inmediatez, conveniencia y experiencias fluidas, lo que representa un desafío —y a la vez una oportunidad— para los retailers: reinventar el propósito de las tiendas físicas y convertir cada visita en una experiencia que genere valor al consumidor.
Desde la pandemia, atraer tráfico a los puntos de venta ha sido una prioridad estratégica. La aceleración tecnológica cambió la forma en que compramos, pagamos y decidimos. Frente a ello, los retailers más innovadores han apostado por un modelo phygital, donde lo físico y lo digital convergen para crear experiencias inmersivas, ágiles y personalizadas. Se trata de hacer del espacio físico un entorno digitalmente potenciado.
En este nuevo ecosistema destaca la tecnología que redefine la experiencia de compra: desde QRs interactivos, cajas de autoservicio y pagos contactless, hasta experiencias de realidad aumentada o virtual que permiten explorar productos, personalizar ofertas o acceder a promociones exclusivas. Sin embargo, el momento del pago sigue siendo el punto más decisivo del recorrido del cliente. Si ese proceso se percibe lento o complejo, toda la experiencia se ve afectada.
Por ello, la innovación en soluciones de pago se ha convertido en un pilar clave de la estrategia phygital. Modelos como Click & Collect, autopago, omnicanalidad y tiendas pop-up muestran cómo los retailers integran lo mejor de ambos mundos para ofrecer experiencias más ágiles, convenientes y atractivas, impulsando al mismo tiempo eficiencia operativa y lealtad del cliente.
Los beneficios del modelo phygital son claros: mayor personalización, fidelización, eficiencia, optimización de recursos y, sobre todo, una diferenciación real en la propuesta de valor. Pero lograrlo exige más que voluntad: requiere tecnología integrada, escalable y flexible que acompañe cada punto de contacto.
En este contexto, la innovación en el punto de pago se vuelve clave para construir experiencias más fluidas y memorables. Los nuevos dispositivos inteligentes permiten a los retailers aprovechar el poder de la conectividad, la movilidad y la personalización, transformando un proceso operativo en un momento de valor para el cliente.
Los ecosistemas abiertos, como Axium de Ingenico, ofrecen a los comercios la posibilidad de unificar métodos de pago, integrar aplicaciones de administración y añadir servicios complementarios sobre una misma plataforma basada en Android. Esto no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también permite crear experiencias de compra más ágiles, seguras y adaptadas a cada necesidad.
Soluciones inteligentes, desarrolladas sobre plataformas abiertas, muestran cómo la innovación puede simplificar la operación y al mismo tiempo elevar la experiencia del usuario. Desde terminales como la CX9000, que combina funciones de caja y gestión en un solo equipo, hasta modelos como la serie SX, diseñados para experiencias de autopago o movilidad, los retailers pueden adaptar cada interacción al tipo de experiencia que buscan ofrecer.
Ya no se trata solo de rapidez o eficiencia, sino de acompañar al cliente en su recorrido, dentro o fuera de la tienda, con herramientas que hacen del pago un proceso ágil, sin fricciones y alineado con las expectativas del consumidor digital.
En última instancia, el éxito del modelo phygital depende de la capacidad de cada retailer para integrar tecnología con propósito. No se trata solo de digitalizar procesos, sino de conectar de manera más inteligente con el cliente, optimizar la operación y fortalecer el valor del negocio.
El retailer que logra entender esto no solo vende: inspira, fideliza y evoluciona a la par de sus consumidores.