Colaborador Invitado

De la necesidad de un cambio estructural del poder

Hoy se requieren especialistas experimentados y honestos, que den resultados como en cualquier empresa pública o privada.

El PRI en sus tres etapas que gobernó al país y, con muchos problemas sin resolver, dejó asqueada y saqueada a la sociedad por los excesos y corruptelas de sus élites.

A su regreso en 2012, éste demostró que no aprendió la lección de la derrota; con sus excesos, quedó casi al borde de la extinción.

Este factor y la tenaz lucha de AMLO por conquistar la Presidencia, se conjuntaron para que se avivara la esperanza social de un cambio de fondo, que se tradujera en la solución de los grandes problemas nacionales. Pero estos siguen ahí, algunos agravándose.

Más, por todas las razones, no deben seguir ahí. Se tienen que resolver y la sucesión de 2024 debe ser una oportunidad que no se debe dejar escapar.

Mirando a ese objetivo, debería ser obligado que, quienes vayan a competir formalmente en su momento por la Presidencia de México, presenten un Proyecto de Nación, que la sociedad pueda tomar como base de su voto. Sabría por qué hacerlo.

Y si a eso se agrega la manifestación expresa de designar como sus colaboradores más cercanos y comprometidos a un excelente administrador, un eficaz economista y un temible encargado de seguridad –y dan a conocer sus nombres–, con el que gane como última instancia de decisión, al país podría irle mejor. El presidente a la política, los demás, a sus funciones.

¿No es esto lo que todos los ciudadanos queremos? ¿Acaso es imposible lograrlo? La inexistencia de un primer ministro o de un vicepresidente que equilibren el poder presidencial absoluto, es lo que justificaría ese posible rediseño institucional. Podría cristalizarse mediante un acuerdo de pocos. La sociedad lo apoyaría. El cambio sería histórico.

Concretar esa idea, sacaría a México del marasmo, la mediocridad y el atraso a los que ha sido sometido por quienes han ocupado la primera magistratura nacional. En su mayoría, no tenían experiencia en materias específicas.

Todos han centralizado el poder y en no pocas ocasiones, asumieron decisiones erráticas que se han pagado y se siguen pagando a costos muy elevados. Hoy se requieren especialistas experimentados y honestos, que den resultados como en cualquier empresa pública o privada.

Los grandes cambios aquí, cuando deben pasar por el Poder Legislativo, ofrecen marcadas resistencias si no se dan mediante las acostumbradas transacciones oscuras; con una oposición no negociada, pueden incluso abortar. En este sexenio eso ha sido frecuente. (Léase reforma eléctrica).

Empero, si la clase política y los partidos tienen la voluntad y la disposición de reacreditarse frente a la sociedad y el país –lo necesitan con urgencia– y quieren demostrar que su vocación y su juego están realmente en la democracia, tienen frente a sí la ocasión de pactar esta u otra propuesta que acerque al ciudadano a la cosa pública, en vez de alejarlo por la repulsa que le despierta el comportamiento de sus beneficiarios.

Se requiere, pues, de una profunda reestructura del aparato gubernamental.

Sotto Voce.- Por su discreción y eficacia, el titular de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, se consolida como un activo fundamental para la próxima administración, gane quien gane…Urgente, aclarar el atraco cometido contra Segalmex, que incluye a Liconsa y Diconsa y llevar a los responsables ante la justicia… Absurdo, ilógico e irracional, especular que México podría abandonar el T-MEC.

COLUMNAS ANTERIORES

Millones en juego: El costo de la inexperiencia en proyectos inmobiliarios
Crece tu negocio, motor de crecimiento para México

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.