¿Existe una edad mínima para convertirse en ministra de la Suprema Corte? Para Cynthia Ortiz Monroy, una de las candidatas que participará en la elección judicial del próximo 1 de junio, la respuesta es no. A sus 27 años, y con formación en derecho con perspectiva de género y derecho internacional, aspira a convertirse en la “ministra más joven del mundo”.
Aunque la falta de una carrera judicial y su juventud podrían convertirse en factores que jueguen en su contra durante el proceso electoral, Cynthia Ortiz sostiene que los cargos judiciales deben otorgarse a personas valientes y comprometidas con erradicar de fondo la corrupción que persisten en el Poder Judicial.
Para Cynthia Ortiz, los años de experiencia en el sistema judicial no son garantía de capacidad para integrar la Suprema Corte. Durante su campaña, ha subrayado que la mala imagen del Poder Judicial responde a las deficientes gestiones de jueces con trayectorias de hasta 20 o 25 años.
Desde su perspectiva, la elección de ministros se hacía más por influencia política que por méritos académicos y profesionales. Por tal razón, considera que la reforma judicial brinda a la ciudadanía una oportunidad para renovar al Poder Judicial desde sus cimientos.
Una de las principales preocupaciones de la candidata a la SCJN es la falta de garantías que aseguren el acceso a la justicia para las personas de escasos recursos. Esta carencia de oportunidades ha propiciado el crecimiento de una red fraudulenta que opera en las inmediaciones de fiscalías, juzgados y defensorías públicas.
¿Cual es la trayectoria académica y profesional de Cynthia Ortiz Monroy?
Es licenciada en Derecho por la Universidad Anáhuac y cuenta con formación especializada en derechos humanos, comunicación política y derecho internacional humanitario.
Su trayectoria académica destaca por contar con un diplomado internacional en Comunicación Política Estratégica por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), un curso sobre Derecho Internacional Humanitario impartido por la Comisión Intersecretarial de Derecho Internacional Humanitario de México, y un seminario de Armonización Legislativa organizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Conferencia Permanente de Congresos Locales (COPECOL).
En el ámbito profesional, es directora de Inteligencia Estratégica y Soluciones de Alto Nivel en el despacho Sánchez-Labrador & López Martínez. Además, es fundadora de Kynthons Consultora, organización dedicada a brindar asesoría jurídica, política y de género.
A pesar de su corta edad, la candidata a la SCJN ya se ha desempeñado en cargos del sector público. En la Secretaría de Relaciones Exteriores, estuvo encargada de la región Asia-Pacífico en la Dirección de Tratados con Países del Sur Global dentro de la Consultoría Jurídica. Asimismo, se desempeñó como asesora jurídica en la Agencia Nacional de Aduanas de México, donde se especializó en derecho internacional, constitucional y administrativo.
¿Cuáles son las propuestas de Cynthia Ortiz para mejorar la SCJN?
Para Cynthia Ortiz Monroy, la justicia en México se ha convertido en un derecho accesible únicamente para las personas con mayores recursos. Con el fin de erradicar esa percepción, una de sus principales propuestas consiste en establecer centros de asesoría legal completamente gratuitos en las comunidades más vulnerables del país.
Entre sus propuestas también destaca la creación de unidades móviles que permitan llevar servicios legales a las personas que más lo necesiten. Asimismo, plantea la revisión de casos relacionados con la criminalización de la pobreza, a través de una comisión encargada de analizar la situación de personas privadas de su libertad sin sentencia.
Durante su campaña electoral para la elección judicial, la aspirante se ha comprometido a realizar brigadas jurídicas populares para que todas las personas conozcan los alcances y responsabilidades de la Suprema Corte. Además, buscará desarrollar observatorios ciudadanos con la finalidad de vigilar las labores de los integrantes del máximo tribunal.
Cynthia Ortiz Monroy reconoce que existen fallas en el sistema judicial, que han provocado que el 94 por ciento de los delitos en México queden impunes y que dos de cada tres mexicanos no confíen en los juzgadores. Por tal motivo, propone hacer modificaciones en el Poder Judicial con el objetivo de volverlo más claro, eficaz y comprensible para la ciudadanía.

Cynthia Ortiz Monroy busca erradicar red de coyotes en juzgados
Una de las principales preocupaciones de Cynthia Ortiz Monroy es la existencia de una red de coyotes que opera en los alrededores de oficinas judiciales, aprovechándose de la necesidad de las personas vulnerables que buscan una asesoría legal confiable y accesible.
De acuerdo con la candidata a la Suprema Corte, esta red de coyotes está integrada por abogados sin escrúpulos, pasantes de derecho o incluso personas sin formación legal, que se establecen en las inmediaciones de fiscalías, juzgados o defensorías públicas.
Estos operadores interceptan a ciudadanos que buscan orientación legal para ofrecerles servicios jurídicos, haciéndoles promesas engañosas, como agilizar trámites, evitar sanciones o garantizar resoluciones favorables.
Entre las propuestas de Ortiz Monroy para combatir estas prácticas ilegales destaca la revisión de casos con defensas deficientes, con el propósito de identificar actos fraudulentos, sancionar a los abogados responsables y establecer mecanismos eficaces para atender denuncias de abusos cometidos por estos intermediarios.
A pesar de su corta trayectoria profesional, Cynthia Ortiz Monroy busca posicionarse como una voz fresca y decidida a transformar de fondo el Poder Judicial. Con propuestas cercanas a la ciudadanía y un enfoque claro en los derechos humanos, quiere demostrar en la elección del próximo 1 de junio que la edad no es un límite para ocupar un lugar en la Suprema Corte y que cuenta con las capacidades necesarias para convertirse en “la ministra más joven del mundo”.