El primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha estado tratando de alcanzar un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos, pero la mayoría de los canadienses son escépticos de que el presidente Donald Trump cumpla su palabra en cualquier acuerdo.
Cuatro de cada cinco canadienses dicen que creen que es poco probable que Trump respete un futuro acuerdo comercial con su país, según una encuesta de Nanos Research Group realizada para Bloomberg News.
La encuesta destaca un desafío político para Carney, quien asumió como primer ministro en marzo y ganó las elecciones anticipadas en abril con la promesa de establecer una nueva relación comercial y de seguridad con Estados Unidos. Aún no ha podido cumplirla, y la encuesta de Nanos sugiere que el público alberga serias dudas sobre la perdurabilidad de cualquier acuerdo.
Trump firmó el nuevo Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (conocido como T-MEC) durante su primer mandato, calificándolo como el acuerdo comercial más grande, justo, equilibrado y moderno jamás alcanzado. Sin embargo, desde su regreso al poder en enero, ha impuesto aranceles al acero, el aluminio, los automóviles y otros productos de México y Canadá.
El 1 de agosto, Estados Unidos aumentó su arancel al 35 por ciento sobre las importaciones de productos canadienses que no cumplen con el T-MEC. La tasa anterior era del 25 por ciento. La Casa Blanca afirmó que la medida estaba justificada porque Canadá no ha hecho lo suficiente para combatir el tráfico de fentanilo.
Aun así, los exportadores canadienses, en promedio, enfrentan una tasa arancelaria más baja debido a que la Casa Blanca ha mantenido una exención para muchos productos de Canadá y México, siempre que se envíen de conformidad con las normas del T-MEC. El acuerdo comercial está programado para una revisión el próximo año.
Los riesgos económicos de un acuerdo comercial son mucho mayores para Canadá que para la mayoría de los demás países. El año pasado, tres cuartas partes de las exportaciones canadienses de mercancías se dirigieron a Estados Unidos, principalmente el petróleo y el gas. Las exportaciones representan aproximadamente un tercio del producto interno bruto del país.
Al mismo tiempo, la nación del norte es un importante mercado para los exportadores estadounidenses: el año pasado, Estados Unidos vendió aproximadamente 440 mil millones de dólares en bienes y servicios, más que cualquier otro país, según datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Excluyendo los productos energéticos, Estados Unidos tiene un superávit comercial con Canadá.
Trump ha anunciado una serie de acuerdos con otros socios comerciales, como Japón, Corea del Sur y el Reino Unido, que reducen los impuestos a las importaciones estadounidenses de sus productos. Sin embargo, la vaguedad de los términos obliga a los principales socios comerciales a esperar antes de que entre en vigor la reducción arancelaria prometida.
En mayo, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunció que llegaría a un acuerdo con Trump para reducir a cero los aranceles estadounidenses sobre el acero británico. Esto aún no se ha cumplido. Tampoco se ha cumplido la prometida reducción de los impuestos estadounidenses a la importación de vehículos de la Unión Europea, Japón y Corea del Sur.
En una entrevista el martes con CNBC, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo que los documentos escritos sobre algunos acuerdos comerciales recientes estaban “a semanas de distancia”.
En la misma encuesta de Nanos, la mayoría de los encuestados afirmó que el impacto de los aranceles estadounidenses en la economía canadiense es prácticamente el mismo que esperaban. El 15 por ciento afirmó que el impacto ha sido mejor de lo previsto, el 17 por ciento dijo que fue peor y el 12 por ciento no estaba seguro.
Nanos encuestó a 1.034 adultos canadienses en línea y por teléfono entre el 31 de julio y el 6 de agosto. Los resultados tienen una precisión de más o menos 3,1 puntos porcentuales, 19 de cada 20 veces.