LAREDO, Texas — El presidente Donald J. Trump firmó la semana pasada en Washington el permiso presidencial que autoriza la expansión del Puente Internacional Colombia Solidaridad, infraestructura clave que conecta el estado de Nuevo León, México, con Port-Laredo, Texas, y que juega un papel estratégico en el comercio bilateral entre ambos países.
La noticia fue confirmada por el congresista Henry Cuellar, quien destacó que con esta autorización Laredo acumula cinco proyectos de puentes internacionales aprobados, un récord sin precedentes para cualquier región de la frontera entre México y Estados Unidos.
Entre los proyectos figuran la ampliación del World Trade Bridge, la expansión del Colombia Solidarity Bridge, el Sistema de Transporte Inteligente de Corredores Verdes, el Laredo 4/5 International Bridge y el Kansas City Southern International Bridge.
“Laredo no solo mueve carga; mueve a Estados Unidos”, celebró Cuellar en redes sociales. El legislador recordó que el World Trade Bridge es hoy el puerto terrestre más activo del país y que el Puente Colombia ocupa el tercer lugar entre los más transitados del suroeste estadounidense.
La ampliación del puente Colombia incluye la construcción de dos nuevos carriles de cruce comercial —uno para el flujo hacia el norte y otro hacia el sur— que se sumarán a la estructura actual. El diseño contempla destinar la infraestructura existente al tránsito de camiones FAST, unidades de carga sobredimensionadas y carriles exclusivos para vehículos no comerciales y autobuses. Con ello, se busca agilizar el tráfico, reducir la congestión y modernizar uno de los cruces más relevantes del comercio entre ambos países.
“La expansión del Puente Colombia es un desarrollo transformador para nuestra ciudad, nuestra región y nuestros socios al otro lado de la frontera”, afirmó el alcalde de Port- Laredo, Texas, Victor D. Treviño.
Agregó que “este puente es símbolo de conectividad, pero también un motor económico. Agradecemos al presidente Trump por reconocer su importancia y actuar de manera decisiva para hacer realidad este proyecto”.
El Puente Colombia se localiza en la frontera de Nuevo León con el condado de Webb, Texas, y forma parte del sistema Port-Laredo, considerado la puerta de entrada terrestre más grande entre México y Estados Unidos.
Según cifras oficiales, en 2024 Port-Laredo procesó más de 339 mil millones de dólares en comercio internacional y mantiene un flujo diario promedio de 17 mil camiones de carga.
De acuerdo con Cuellar, el comercio entre Estados Unidos y México superó los 300 mil millones de dólares en 2023 y sigue creciendo, presionando la infraestructura existente y exigiendo inversiones para asegurar la fluidez de la cadena de suministro.
“Esta expansión nos ayudará a satisfacer la creciente demanda, aliviará la congestión y potenciará el comercio”, enfatizó Cuellar.
El proceso para obtener el permiso presidencial involucró coordinación entre diversos niveles de gobierno.
El senador Ted Cruz fue clave para impulsar la legislación que simplificó la tramitación del permiso, mientras que el senador John Cornyn apoyó firmemente las mejoras de infraestructura a lo largo de la frontera. Cuellar, por su parte, mantuvo respaldo bipartidista para que la prioridad comercial de Port-Laredo avanzara.
El permiso firmado por Trump especifica que el proyecto contempla dos nuevas plataformas de cuatro carriles cada una para tráfico comercial, paralelas al puente existente, además de sus accesos, instalaciones de inspección y equipo complementario.
También establece obligaciones para mitigar impactos ambientales, mantener la infraestructura en óptimas condiciones y proveer las facilidades necesarias a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Entre los requisitos destaca que la construcción no podrá iniciar sin la notificación oficial del Departamento de Estado sobre el intercambio de notas diplomáticas con el gobierno de México. Además, la Ciudad de Laredo deberá presentar planes de diseño y operación de las nuevas instalaciones, incluyendo propuestas para donaciones de infraestructura, mejoras y mantenimiento a las autoridades federales correspondientes.
Si la construcción no se inicia en un plazo de cinco años a partir de la fecha de emisión del permiso, éste expirará automáticamente. En caso de cierre permanente del puente, la ciudad tendrá la facultad de disponer de la infraestructura conforme a las leyes aplicables.
Con esta expansión, Port-Laredo refuerza su posición como líder en comercio internacional y consolida su papel como un eslabón fundamental de la cadena de suministro de América del Norte, impulsando la economía regional y fortaleciendo la cooperación binacional entre México y Estados Unidos.