Las cotizaciones del petróleo cerraron cerca de un máximo de nueves meses en los mercados de ambos lados del Atlántico, estimuladas por la situación en Irak, por la interrupción del suministro en Libia y por las expectativas de un declive en los inventarios de crudo en Estados Unidos.
En Nueva York Mercantile Exchange (Nymex), el convenio del crudo WTI para entrega en agosto avanzó 20 centavos de dólar para intercambiarse en 105.97 dólares el barril, después de escalar el viernes hasta 107.73 dólares, su mayor cotización desde el 19 de septiembre.
En Londres, el contrato del crudo Brent con entrega en el mismo mes subió 45 centavos, o 0.4 por ciento, para cerrar en 114.57 dólares.
Si bien es cierto que la violencia en Irak no ha afectado los suministros de crudo de los terminales del sur, centro de casi todas las exportaciones del país, los mercados no descuentan una interrupción de suministros desde el segundo mayor productor de la OPEP.
La crisis en Irak representa una amenaza para los suministros en momentos en los que Libia, Siria, e Irán ya frenaron la producción global en casi 3 millones bpd, o más de un 3 por ciento de la demanda global diaria.
Además de los riesgos geopolíticos, los inversores esperan para esta semana los últimos estudios sobre las existencias en Estados Unidos. Analistas estiman que los inventarios de crudo estadounidenses se redujeron en 1.3 millones de barriles en promedio.