En este cuarto trimestre se mantendrá un escenario de volatilidad en los mercados financieros, ante presiones inflacionarias a nivel global, la expectativa de una política monetaria menos flexible en Estados Unidos y el riesgo de una mayor desaceleración económica por la pandemia de Covid-19.
“Para el cierre del año continuará la volatilidad, particularmente en las tasas de los instrumentos financieros tanto en EU como en México, y seguirán oscilando con algún evento importante, a pesar de ello la tendencia alcista se extenderá”, indicó Carlos Hernández, analista sénior de Masari Casa de Bolsa.
El experto agregó que en el caso del bono del Tesoro en EU podríamos estar viendo niveles de 1.7 por ciento a finales de año, “si concreta lo que se está planteando en el mercado durante noviembre, con el inicio de un tapering (eliminación de estímulos) en EU, estaría desencadenando temas de volatilidad”.
Sin embargo, consideró que no habrá cambio de tendencia para el proceso de recuperación económica, por lo que se seguirán viendo tasas de crecimiento favorable en los sectores y en las industrias.
Los riesgos para el cuarto trimestre que ocasionarán debilidad en el mercado serán “la expectativa de presiones inflacionarias a nivel global en el contexto de mayores costos de transporte y precios de energéticos, la expectativa de una política monetaria menos flexible en EU, que podría iniciar los incrementos a la tasa de interés en la segunda mitad del 2022″, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base.
Añadió que “habría riesgo de una mayor desaceleración económica en el cuarto trimestre debido al estancamiento del sector servicios, pues la pandemia del coronavirus no ha terminado, mientras que los altos costos de energía, altos costos de transporte y escasez de componentes, inhiben el crecimiento de la actividad industrial”.
En el tercer trimestre el Dow Jones retrocedió 1.91 por ciento, su primer retroceso desde el primer trimestre del 2020. En México, el IPC avanzó 2.18 por ciento, con lo que acumuló cuatro trimestres al alza. Por su parte, el peso cerró con una depreciación de 3.48 por ciento o 70 centavos, para cerrar en 20.642 unidades.
