La serie amistosa entre Yankees y Diablos Rojos fue una fiesta en el estadio Alfredo Harp Helú, desde la venta de boletos estaba previsto un lleno con afición mexicana de ambas franquicias y la asistencia de varias personalidades que no podía perderse el regreso de la novena más exitosa de la Major League Baseball después de 56 años.
Entre esos asistentes distinguidos estuvo Carlos Slim, quien incluso vistió un jersey de Diablos en las fotografías junto a su primo Alfredo Harp Helú en el diamante, seguramente ambos se fueron con una amplia sonrisa tras la barrida a los Bombarderos del Bronx en su pretemporada.

¿En dónde fue la cena para los Yankees en CDMX?
Rodeados por un fuerte dispositivo de seguridad, los Yankees llegaron el sábado por la noche al hotel Four Seasons, que está ubicado a 40 minutos del Harp Helú en la avenida Paseo de la Reforma. Pero la distancia es lo de menos porque se trata de uno de los más lujosos de Ciudad de México. La tarifa por una noche va de los 16 mil pesos por un ‘Superior room’ a los 133 mil por una ‘Presidential suite’.
El hotel ofrece piscina al aire libre, gimnasio, spa y varias experiencias culinarias calificadas como ‘de clase mundial’: de comida italiana en el restaurante Il Becco, del pacífico en Zanaya y el gastrobar Fifty Mils. Pero más allá de las comodidades en su estadía, la novena neoyorquina disfrutó de la comida mexicana en la noche del domingo.

¿Qué sirvieron en la cena en el Four Seasons?
El empresario Carlos Slim no solo estuvo presente en el estadio, también en la cena especial para los Yankees, que sufrieron la altura de la ciudad, en el Four Seasons. De acuerdo con The Athletic, la organización fue tan cuidadosa en su visita a la capital del país que los jugadores y el staff tenían prohibido salir del su base, pero eso no fue impedimento para recibirlos con una cena que incluía tacos como plato estrella y mariachi para amenizar la noche.
El patio del Four Seasons es uno de sus principales atractivos, lugar de eventos para grandes marcas y hasta de presentaciones musicales que los huéspedes observan desde los balcones de las habitaciones, al igual que la Terraza Secreta, donde en diciembre montaron una pista de hielo. Seguramente alguno de estos dos espacios o uno de los múltiples salones fue escenario del recibimiento a los Yankees.
Los Diablos Rojos del México se llevaron los dos juegos de la histórica serie en casa y registraron una asistencia de 41 mil, 359 aficionados entre el domingo y el lunes. Aunque se fueron derrotados, los Yankees volaron de regreso a casa con un buen sabor de boca.