Al cierre del año, el mercado de vivienda en renta en México podría enfrentar una desaceleración, debido a los altos precios de salida de inmuebles por la gentrificación, la poca disponibilidad de nuevas viviendas y la inflación.
En México existen alrededor de 1.3 millones de propiedades listadas o promocionadas para venta y renta, de los cuales alrededor del 20 por ciento se encuentran listas para ser arrendadas o en renta, señaló en entrevista Juan David Vargas, general manager de Propiedades.com, uno de los sitios inmobiliarios más grandes del país.
“El primer trimestre hemos notado una disminución progresiva a la cantidad de inventario y esto está asociado a pesar de que la demanda cada vez es mayor, un poco la presión que hay sobre el bajo inventario en propiedades en venta y los altos costos es donde se mueve todo el inventario de renta como una gran oportunidad”, dijo a El Financiero.
Sin embargo, señaló que, los precios a los cuales están saliendo los inmuebles en renta también desincentivan la relación entre la oferta y la demanda.
“Mientras en 2024 veíamos un aumento durante el primer trimestre de cerca del 10 o el 15 por ciento, en comparación al 2023, en 2025 ese crecimiento está entre el 5 y 10 por ciento, incluso lo que estimamos es que para final de año, el crecimiento en el inventario disponible de renta sea igual al año anterior y ahí lo que pudiéramos estar viendo es cómo se consolida el impacto de los precios altos sobre la disponibilidad de oferta”, dijo.
De acuerdo con expertos, los precios de renta promedio en el país han aumentado en los primeros meses del año entre 5 y 6 por ciento, sin embargo, en CDMX, Guadalajara y Monterrey, así como zonas turísticas, han crecido hasta doble dígito.

Por otro lado, factores como la pandemia y la migración de los llamados ‘nómadas digitales’, distorsionaron los precios de rentas, primero con caídas por la crisis sanitaria y luego por el encarecimiento tras la recuperación, especialmente por la demanda de extranjeros con mayor poder adquisitivo que provocaron desplazamientos y gentrificación.
Un estudio de Inmuebles24 señala que en los últimos cinco años la ciudad de Monterrey ha presentado el aumento más alto del precio promedio de renta de un inmueble, al pasar de los 14 mil 503 pesos a los 24 mil 636, es decir, 69.8 por ciento más en el acumulado.
El Estado de México, una de las entidades que era considerada más barata para vivir por su cercanía con la capital, pasó de tener rentas promedio de vivienda en el 2020 de 9 mil 46 pesos a 12 mil 698 pesos, es decir, un alza de 40.3 por ciento.
La Ciudad de México, en promedio, elevó sus precios de renta de 12 mil 85 pesos a 17 mil 41 pesos, aunque en algunas alcaldías llegó a superar los 30 mil pesos.
“Este año vemos cómo los precios hacen que ese crecimiento no se dé la misma manera (en la demanda), veníamos de 20 y 25 por ciento trimestral el año pasado y este primer trimestre apenas subimos 15 por ciento, no es malo, todavía hay dinamismo en el mercado, pero también lo que nos deja ver es que los factores como el precio puede llegar a tener un desincentivo”, agregó Vargas.
Incluso en zonas más alejadas de la capital mexicana, como Tláhuac, Iztacalco, Iztapalapa, o en colonias aledañas a las más populares como la San Rafael, Obrera y Doctores, han enfrentado estos estragos de los altos precios, lo cual ha ocasionado que en general los 40 días de rotación que puede llegar a tener un inmueble en promoción, se alarguen.
“Está habiendo crecimiento, siempre esto acompañado de una falta de oferta de vivienda asequible para los trabajadores, considerando que el sueldo mínimo está en 8 mil 400 pesos mensuales, habrá que entender que una renta en una zona céntrica está en 26 mil pesos, sin duda es un impacto muy importante”, dijo Mario Granillo, director de growth de Mica Renta.