Dentro de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) coinciden en que el periodo de reducciones de 50 puntos base a la tasa de referencia terminó. El debate ahora está entre pausar la flexibilización monetaria o continuar con cautela los recortes con base en la evolución de los datos.
Analistas han interpretado los mensajes del banco central. La mayoría se inclina por ver una reducción de 25 puntos base a la tasa de referencia, actualmente en 8.0 por ciento, en la quinta reunión de decisión de política monetaria del año programada para el 7 de agosto.
La minuta de la reunión de la Junta de Gobierno del 26 de junio evidenció que cuatro de los cinco integrantes justificaron la decisión de cortar 50 puntos base la tasa ante el avance del proceso desinflacionario, el debilitamiento de la economía y el tipo de cambio.
De acuerdo con el documento, dos miembros señalaron explícitamente que este fue el último recorte de medio punto porcentual, y uno más agregó que se concluyó con el proceso de calibración monetaria que duró desde inicios de año con el descenso acelerado de las tasas.
Un miembro afirmó que existe cierto espacio para realizar ajustes adicionales a la tasa objetivo. Consideró que, dados los avances alcanzados en la calibración, hacia delante, el ciclo monetario podría continuar con mayor gradualidad y las siguientes decisiones estarán en función de los determinantes observados y esperados de la inflación.
Uno más mencionó que, a futuro, se valorarán ajustes adicionales en la tasa de referencia, considerando los efectos de todos los determinantes de la inflación.
A la par, un integrante de la Junta de Gobierno de Banxico apuntó que un enfoque gradual permitirá revaluar, conforme se tenga más información, la tendencia de los determinantes inflacionarios. Estimó que esta perspectiva es congruente con propiciar la convergencia ordenada y eficiente de la inflación a la meta, que es de 3.0 por ciento para el tercer trimestre de 2026.
Solo un integrante dijo que, ante la evolución del panorama inflacionario y el deterioro del balance de riesgos, es necesario actuar con prudencia y pausar las reducciones en la tasa de referencia. Apuntó que, no obstante el estancamiento económico, los pronósticos no apuntan a una recesión que debilite lo suficiente la demanda agregada.

Riesgos en credibilidad
El voto disidente en la pasada decisión de política monetaria fue del subgobernador Jonathan Heath, quien pretendía que la tasa se mantuviera en 8.5 por ciento, al argumentar que con el recorte se enviaba un mensaje de complacencia en detrimento de su compromiso con el objetivo inflacionario.
“Nos resta credibilidad, especialmente ahora cuando la trayectoria del pronóstico no se está cumpliendo. En esta nueva fase de presiones inflacionarias, que no queda claro que sean temporales, es imperativo mandar un mensaje consistente de firmeza”, expuso Heath.
Aseguró que la trayectoria al alza de la inflación, sus niveles fuera del rango de volatilidad y el deterioro en el balance de riesgos han agotado el espacio para la recalibración predeterminada de la postura monetaria.
Recorte de 25 pb en agosto
Analistas de Banamex argumentaron que la debilidad económica, el desvanecimiento de choques de precios y la depreciación del dólar, permitirán que la postura monetaria esté cerca del terreno neutral. Ven tres recortes continuos de 25 puntos base para que la tasa cierre el año en 7.25 por ciento.
En Banorte detectaron un tono dovish en los argumentos de los miembros de la Junta de Gobierno, similar al del comunicado. Esto les sugiere que el ciclo de bajas continuará, aunque con movimientos más acotados.
Así, afirmaron sus expectativas de un recorte de 25 puntos base en la decisión del 7 de agosto y que la tasa de referencia cerrará el año en 7.0 por ciento, siendo este nivel el que prevalecerá a lo largo del 2026.
En Valmex Casa de Bolsa consideran que en la segunda mitad de 2025 la Junta de Gobierno del Banco de México adoptará una postura monetaria más cautelosa, por lo que “estimamos un recorte adicional acumulado de 50 puntos base en lo que resta del año, condicionado a una reanudación clara en la trayectoria descendente de la inflación”.