Economía

Relaja Trump aranceles a la industria automotriz

El presidente de EU está respondiendo a las presiones de los fabricantes de autos y ofreciendo medidas que permitan aliviar el costo de sus aranceles y evitar la acumulación de diversos aranceles.

La primera orden ejecutiva establece un sistema de compensación para los fabricantes de automóviles que realicen el ensamblaje final de sus vehículos en EU. (Bloomberg)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó dos órdenes ejecutivas que modifican sustancialmente el esquema arancelario para automóviles y autopartes importados a territorio estadounidense, estableciendo un mecanismo para evitar la acumulación de gravámenes y creando un sistema de compensaciones que beneficiará principalmente a los fabricantes que ensamblen vehículos en suelo de ese país.

La primera orden ejecutiva establece un sistema de compensación para los fabricantes de automóviles que realicen el ensamblaje final de sus vehículos en EU. Este mecanismo permitirá a las empresas recibir un reembolso del 15 por ciento durante el primer año de implementación, que abarca desde el 3 de abril de 2025 hasta el 30 de abril de 2026. Para el segundo año, comprendido entre el 1 de mayo de 2026 y el 30 de abril de 2027, la compensación se reducirá al 10 por ciento.

El objetivo declarado por la administración Trump es incentivar la producción nacional de automóviles y reducir la dependencia estadounidense de importaciones extranjeras. “Solo los automóviles que se sometan a ensamblaje final en EU son elegibles para ser incluidos en este cálculo”, especifica la orden.

La Casa Blanca ejemplificó los beneficios del nuevo esquema, diciendo que “si un fabricante construye un automóvil en EU que tiene un 85 por ciento de contenido estadounidense o del T-MEC, el fabricante efectivamente no deberá pagar aranceles sobre la producción de ese vehículo durante el primer año”.


El mecanismo de compensación equivale al 3.75 por ciento del precio minorista sugerido por el fabricante (MSRP) de la producción estadounidense para el primer año, y al 2.5 por ciento para el segundo. Estos porcentajes reflejan el derecho que se debería pagar cuando se aplica un arancel del 25 al 15 por ciento del valor de un automóvil ensamblado en EU en el primer año, y al 10 por ciento en el segundo.

Eliminan aranceles acumulados

La segunda orden ejecutiva aborda la acumulación de aranceles, ya que el decreto establece que el arancel del 25 por ciento para autos importados no se sumará al gravamen del 25 por ciento impuesto previamente al acero y al aluminio utilizados en la fabricación de estos vehículos.

“Aunque cada una de estas acciones sirve a propósitos de política separados y distintos, ahora he determinado que, en la medida en que estos aranceles se apliquen al mismo artículo, estos aranceles no deberían tener un efecto acumulativo (o ‘apilarse’ uno sobre el otro) porque la tasa de arancel resultante de dicha acumulación excede lo necesario para lograr los objetivos de política previstos”, explicó Trump en el decreto.

Para México y Canadá, socios en el T-MEC, se determinó excluir de los aranceles aquellas piezas que cumplan con las disposiciones del tratado comercial vigente entre los tres países.

La orden establece una clara jerarquía para la aplicación de aranceles cuando un producto está sujeto a múltiples medidas: los aranceles sobre automóviles y autopartes tienen primacía sobre los aranceles fronterizos, que a su vez tienen primacía sobre los aranceles al aluminio y al acero.

Funcionan presiones

Arturo Espinosa, economista y estratega de inversiones, señaló que el presidente Trump está respondiendo a las presiones de los fabricantes de autos y ofreciendo medidas que permitan aliviar el costo de sus aranceles y evitar la acumulación de diversos aranceles, como los de acero y aluminio.

Destacó que algunos participantes de la industria automotriz estadounidense han señalado que las medidas anunciadas representan un alivio parcial para los fabricantes de autos, pero que sigue existiendo mucha incertidumbre en el sector.

Por su parte, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base, consideró que estas órdenes ejecutivas, especialmente la segunda sobresimplificación arancelaria, evidencian una falta de planificación en la política comercial.

“Todavía pone más en evidencia que los aranceles no han sido más que ocurrencias una tras otra y no un plan bien delineado con una estrategia”, señaló Siller.

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