La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) rebajó el martes sus proyecciones de crecimiento para la región, que se expandirá en 2025 un tímido 2.0 por ciento en promedio, lastrada por el “escenario internacional muy complejo y de mucha incertidumbre” ante la guerra comercial iniciada por Estados Unidos.
Según indicó en un comunicado la agencia de la ONU, con sede en Santiago, los aranceles anunciados por el Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tienen tanto “efectos directos sobre las exportaciones de los países de la región” como consecuencias indirectas por la “vía de una mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales”.
Para América Latina y el Caribe, eso implica “cambios significativos”, con efectos que incluyen una desaceleración de la demanda agregada externa, que podría provocar un mayor desequilibrio de las cuentas externas, un aumento de la volatilidad cambiaria y una mayor acumulación de las reservas internacionales con fines precautorios.
“De igual forma, se espera una desaceleración de la demanda agregada interna, donde si bien el consumo privado continuará siendo el principal determinante del crecimiento regional, se espera que su ritmo continuará a la baja”, destacó la Cepal.
¿Cómo será el crecimiento económico en cada región de América Latina?
En su último informe de 2024, el organismo proyectó un repunte de un 2.4 por ciento regional, donde América del Sur crecería un 2.6 por ciento; Centroamérica un 2.9 por ciento y el Caribe, sin incluir a Guyana, avanzaría un 2.6 por ciento.
Ahora, prevé un crecimiento promedio del 2.0 por ciento, con el Caribe sufriendo la mayor revisión a la baja, desde el 2,6 por ciento estimado en diciembre hasta el 1.8 por ciento. América y Central y México deberá crecer económicamente un 1.0 por ciento, siete décimas menos de lo previsto anteriormente, mientras que Sudamérica deberá ser la región menos afectada, cuya revisión a la baja fue de solo una décima, del 2.6 por ciento al 2.5 por ciento .
Las nuevas proyecciones del organismo para la región van en línea con las múltiples revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento a nivel global, en especial a sus principales socios comerciales.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó sus proyecciones de crecimiento económico para Estados Unidos (del 2.7 por ciento en enero al 1.8 por ciento); para la zona euro (del 1 al 0.8 por ciento) y para China, del 4.6 al 4.0 por ciento.
“Los anuncios y la confrontación geoeconómica suscitada han aumentado el riesgo de disrupciones graves en las cadenas de producción global y en los flujos del comercio internacional”, advirtió la Cepal.
En diciembre, la agencia ya había alertado que América Latina y el Caribe mantendrían un bajo crecimiento por los elevados niveles de informalidad, las brechas de género y el bajo ritmo de creación de puestos de trabajo.
Con la guerra arancelaria, “se profundiza en la región el gran desafío de revertir la senda de bajo crecimiento económico que ha mostrado en la última década”, matizó el martes la Cepal, al subrayar la necesidad de crear políticas macroeconómicas y de desarrollo productivo más proactivas a fin de dinamizar el crecimiento regional.
“Para ello”, recomendó, “la región no solo debe invertir más, sino que debe invertir mejor”, al citar medidas claves como la adopción de nuevas tecnologías, el fortalecimiento de las finanzas públicas y aprovechar adecuadamente el capital social y ambiental de las economías.