Esta motocicleta nos transporta a los años 80 cuando la tendencia de la industria fue la producción de este mismo tipo de motores. Casi 40 años después, Kawasaki nos trae la primera moto deportiva moderna que permite superar las 17 mil revoluciones por minuto.
Visualmente, la combinación de colores del Kawasaki Racing Team, el escape corto y las líneas deportivas la asemejan a su hermana mayor la ZX-10R, pero mantiene un carácter único por las dimensiones.
Probamos esta potente Kawa en pista y, definitivamente, las altas revoluciones son su zona de confort y donde se puede sacar el verdadero potencial. El paso por curva es sublime. El cuadro de acero trellis nos ayuda a lograr una mayor inclinación con menor esfuerzo y una salida de curva más eficiente. Las aceleraciones en curva por encima de las 12 mil RPM nos permitieron apreciar el sistema de válvulas con aceleración electrónica.
El sonido es fascinante, ya sea acelerando a fondo o utilizando el quickshifter. Nos transmite la adrenalina suficiente para querer seguir andando y sacarle el máximo provecho en circuito.
Los sistemas tecnológicos fueron desarrollados teniendo en cuenta las exigencias del World SuperBike, haciendo que sean muy confiables. Cuenta con ABS KCMF, que se ajusta en curvas; control de frenos, control de tracción con cuatro modos de manejo incluyendo modo sport, entre otros.
Estas características, en una moto que nos permite llegar a las 17 mil revoluciones, sin duda la colocan como un producto de alto rendimiento sólo para conocedores y pilotos experimentados. Una moto que se disfruta llevando el motor tetracilíndrico y las asistencias al límite a pesar de su bajo desplazamiento.
