Hablar de Mendoza es hablar de vino. Pero detrás de cada copa hay una experiencia gastronómica que eleva la tradición local a un nivel de excelencia sensorial. En esta región argentina, seis restaurantes de lujo —todos destacados por la Guía Michelin— demuestran que el maridaje perfecto entre gastronomía y vino es un arte. Cada uno ofrece una propuesta única, pero todos comparten una misma esencia: el amor por los ingredientes locales, la innovación culinaria y la pasión por brindar una experiencia inolvidable.
1. Angélica Cocina Maestra: cuando el vino guía la mesa
Ubicado dentro de la emblemática Bodega Catena Zapata, este restaurante rinde homenaje a Angélica, madre de Nicolás Catena. Su arquitectura en forma de pirámide impresiona, pero lo que realmente distingue a Angélica Cocina Maestra es su concepto: “Wine first”. Aquí, el vino no acompaña a la comida, sino que la inspira.
La experiencia comienza con un recorrido por la bodega y culmina en una carta de degustación cuidadosamente diseñada para resaltar cada etiqueta. Ingredientes locales, técnicas modernas y una narrativa gastronómica sofisticada hacen de cada visita un festín inolvidable.
2. Casa Vigil: el universo de Dante en el corazón de Chachingo
Creado por el enólogo Alejandro Vigil —apodado “el Messi del vino”— y su esposa María Sance, Casa Vigil combina alta gastronomía, arte y literatura. Inspirado en la Divina Comedia de Dante, este restaurante ubicado en Maipú invita a un viaje sensorial desde el viñedo hasta el plato.
El menú estacional honra los productos de la tierra cuyana, con ingredientes que provienen de una huerta propia y de productores locales. La Guía Michelin destaca especialmente las más de 50 preparaciones a base de tomate que ofrece María.
3. Brindillas: la elegancia de lo simple
En Luján de Cuyo, a tan solo 15 kilómetros de la ciudad de Mendoza, Brindillas es una joya culinaria dirigida por el chef Mariano Gallego y la sommelier Florencia D’Amico. Su menú de pasos mezcla creatividad, producto local y técnicas internacionales.
La Guía Michelin recomienda platos como la berenjena asada con romesco y anchoas en salazón. Cada detalle está pensado para reflejar lo mejor del entorno y de la temporada, con ingredientes que pueden ir desde un pescado del Atlántico hasta cordero de Lavalle.

4. Azafrán: raíces ancestrales y cocina de autor
Situado en el centro de la capital mendocina, Azafrán está liderado por el chef Sebastián Weigandt, quien forma parte del proyecto DOP (Denominación de Origen Patrimonial), dedicado al estudio de las antiguas dietas de los pueblos originarios.
La propuesta combina una atmósfera cálida con una cocina que otorga protagonismo al mundo vegetal y al chivo, carne emblemática de la región. Muchos de los platos son presentados en mesa por el propio chef, generando una experiencia íntima y didáctica.
5. Zonda Cocina de Paisaje: el sabor de la tierra y el viñedo
En la bodega Lagarde, Zonda Cocina de Paisaje se nutre de un huerto orgánico y una plantación de olivos que rodean su terraza con vista a los viñedos. El menú refleja una filosofía que fusiona la alta cocina con la sencillez de la cultura cuyana.
Los ingredientes frescos —como acelgas, tomates, granadas o ajíes— se convierten en platos que armonizan sabor, textura y presentación. Todo en un entorno elegante y rústico que exalta el paisaje como parte del disfrute.
6. Riccitelli Bistró: de la tierra a la mesa con diseño innovador
La bodega Matías Riccitelli Wines alberga esta propuesta arquitectónica audaz: un bistró construido con contenedores adaptados entre los viñedos de Luján de Cuyo. La propuesta gastronómica, liderada por el chef Juan Ventureyra, se basa en la filosofía “de la tierra a la mesa”.
El menú de pasos tiene dos variantes, y uno de los platos más recomendados por la Guía Michelin es el llamado “Espinal”, que combina pato, coliflor, damasco y mostaza. Aquí, la cocina es tan experimental como acogedora.
