A menudo se dice que la llegada del siglo XXI ha traído consigo uno de los avances tecnológicos más grandes de la humanidad: internet. Pero esto no es del todo correcto. Si se es estricto con los tiempos, la internet tuvo sus orígenes décadas atrás (finales de los 60), y su uso casero fue hasta los años 90, empezando por los países de primer mundo y a finales de esa década en México.
Sin embargo, el desarrollo de internet en México fue ya entrado el siglo XXI y aún tiene sectores pendientes como la educación. Por ello se habla de que en el país sigue pendiente la conversión tecnológica en las aulas, a pesar de avances como las computadoras en las escuelas, pizarras digitales, proyectores láser, entre otros (y eso sólo en algunas instituciones educativas de las grandes ciudades del territorio nacional).
El contexto de México en educación, de acuerdo con datos de 2017 de la OCDE, es contrastante: se encuentra en los últimos lugares en acceso a la universidad, y al mismo tiempo es de los países miembros (entre los seis primeros) de la organización que más estudiantes inscritos tiene en carreras de Ciencia y Tecnología; además, en cuanto a calidad de educación, se ha mantenido en el último lugar hasta 15 años consecutivos.
Por lo tanto, el acceso de internet en las escuelas es un campo que ha quedado significativamente relegado en comparación con otras cuestiones -como la aplicación de una reforma educativa que hasta la fecha sigue siendo tema de discusión y crítica-, no sólo en México sino en toda América Latina.
Según Samir Estefan, gerente de educación regional para Latinoamérica de Lenovo, el 85 por ciento de las escuelas de la región se encuentra desconectada de la red.
Estefan propone tres soluciones para que la educación en América Latina sea competitiva y se acerque cada vez más hacia la tecnología, sin la necesidad de que las aulas estén conectadas a internet tomando en cuenta los bajos niveles de espacios que cuenta con este recurso.
1. Una plataforma en donde profesor y alumno puedan conectarse al mismo tiempo para realizar pruebas y evaluaciones sobre las lecciones. Lenovo Learning Suite brinda esta interfaz, y además ofrece datos en segundos sobre los campos en los que el estudiante tiene mejor rendimiento y en los que el profesor debe cambiar sus métodos de aprendizaje.
2. Un problema con la tecnología es que, si bien es un gran potenciador, también se convierte en una distracción, sobre todo con los nuevos desarrollos, apps, dispositivos y programas que existen en la actualidad.
La propuesta de Lenovo en este caso es una interfaz llamada LanSchool, que funciona como un administrador de tareas y actividades, además como un complemento en donde el alumno participa activamente, pues puede comentar, por ejemplo, si la clase del profesor fue adecuada y en qué aspectos debe mejorar.
3. La tercera, a diferencia de las otras dos, funciona cuando los dispositivos se conectan a internet, y funciona como un programa de análisis de datos, orientado a la era del Big Data.
Horus se encuentra en dispositivos de alumnos, profesores y directivos escolares, y puede medir datos desde el tiempo en que una persona utiliza la tecnología hasta los programas más utilizados, lo que brinda un panorama más preciso a las escuelas para saber en qué seguir invirtiendo y qué debe moderarse.
Los programas de Lenovo se encuentra en fase piloto en México; su implementación en América Latina comenzó desde hace 6 meses, tiempo en el que ya se han instalado en Perú, Chile, Colombia, por ejemplo.
En México, "ya nos hemos acercado a las Anáhuac, la Udlap y a la misma UNAM, que son nuestros clientes naturales (…). La inversión en los programas es de cero pesos; en lo que (las instituciones) tienen que invertir es en los dispositivos Lenovo", los cuales tienen instaladas las interfaces, comentó Estefan.
El objetivo de Lenovo es abrir 10 canales de esta tecnología en México, y después pasar a 25, misma cantidad que ya tienen instalada en Chile.
"El impacto (de este tecnología) no lo podemos conocer, pero sí es una herramienta para vincular la tecnología con la educación", desarrollo que se tiene previsto a gran escala en toda América Latina para el periodo 2020-2030, precisó Estefan.