Contrapesos

¿Señal de recuperación o ilusión óptica?

Según la estimación oportuna del PIB de México, hubo un crecimiento marginal en el primer trimeste de 2025, destaca Víctor Piz.

La estimación oportuna del PIB de México del primer trimestre del año, publicada a media semana por el INEGI, arrojó un crecimiento moderado, pero suficiente para salvar a la economía nacional de entrar en ‘recesión técnica’, que ocurre cuando presenta una contracción en dos trimestres consecutivos.

En el periodo enero-marzo de 2025 el PIB creció a una tasa trimestral de 0.2 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad, luego de registrar una contracción de 0.6 por ciento en el trimestre anterior.

Además de que el dato fue ligeramente superior al virtual estancamiento previsto por el consenso de analistas, el resultado del PIB oportuno significa que México volvió a la senda del crecimiento, así sea marginalmente.

Con relación al primer trimestre de 2024, el PIB registró un crecimiento anual de 0.6 por ciento, acelerando ligeramente desde 0.5 por ciento en el periodo trimestral anterior.

A juzgar por los datos, el crecimiento del PIB en enero-marzo se debe principalmente a la recuperación trimestral de 8.1 por ciento en el sector primario o agropecuario, que representa un rebote tras su caída de 8.5 por ciento en el trimestre previo.

Esto corrobora, una vez más, que el comportamiento de las actividades primarias está sujeto a una alta volatilidad, derivado de las cambiantes condiciones climáticas.

Consultada por este reportero, Alejandra Marcos, economista en jefe de Intercam Grupo Financiero, considera “un tanto ocioso” hablar de recesión técnica, si bien en el trimestre la actividad económica del país avanzó 0.2 por ciento.

“Cuando vemos a su interior, (la economía) avanza por un incremento sorpresivo y muy volátil de las actividades primarias, relacionadas con el sector agropecuario, que representa una muy pequeña porción del PIB”, dijo.

Por su parte, las actividades secundarias o industriales, con la construcción y la manufactura como sus referentes, se contrajeron 0.3 por ciento, cayendo por segundo trimestre consecutivo, mientras que las actividades terciarias, que incluyen el comercio y los servicios, tuvieron un crecimiento de cero con respecto a los tres meses previos.

“Cuando hablo de la ociosidad de discutir si estamos en recesión técnica o no, al final de cuentas los datos publicados esta semana por el INEGI abonan a una narrativa de que la economía mexicana realmente está atravesando por una profunda desaceleración”, afirma Marcos.

En opinión de la analista y estratega de Intercam, la industria ligó dos trimestres consecutivos a la baja y el comercio y los servicios se estancaron, “pero cuando tengamos las cifras finales y la evaluación por el lado de la demanda agregada, para saber cuáles fueron los factores que contribuyeron al crecimiento, nos vamos a dar cuenta de que la economía mexicana, vista por el lado de la demanda interna, es decir, por consumo e inversión, muestra una desaceleración muy pronunciada”.

La economista señala que al utilizar cifras desestacionalizadas, “el INEGI trata de comparar peras con peras y manzanas con manzanas, pero no podemos negar que hay una cierta discrecionalidad en el ajuste estacional, porque en este primer trimestre hubo dos días más de Semana Santa que se trabajaron y que, de una u otra manera, se comparan de forma negativa con el mismo trimestre del año anterior”.

Si bien la cifra de un PIB oportuno de 0.2 por ciento en el primer trimestre fue bien recibida por los mercados, “no modifica la perspectiva que tenemos de que la economía mexicana este año no va a mostrar crecimiento”, subrayó la experta de Intercam.

Advirtió que además, de mantenerse el riesgo en el sector externo si permanecen los aranceles, “podría incluso enfrentarse a una recesión, no técnica, sino una contracción generalizada de la actividad económica, que por lo pronto continúa en atonía”.

Tan es así que organismos multilaterales esperan un crecimiento negativo o nulo de la actividad económica en México para 2025, como el FMI, que anticipa una contracción de 0.3 por ciento, mientras que el Banco Mundial prevé un estancamiento.

Un crecimiento de las actividades primarias del orden de 8 por ciento no se repetirá, entre otras cosas por las altas temperaturas y la escasez de agua para riego en algunos estados del país y el menor dinamismo que previsiblemente tendrá la demanda externa por ciertos productos agropecuarios de México ante las medidas proteccionistas de Estados Unidos.

COLUMNAS ANTERIORES

El ‘guardadito’ de Banxico para Hacienda
Logra México esquivar la recesión

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.