Contrapesos

Pese a la tregua, el daño ya está hecho

Las disputas comerciales han profundizado el pesimismo sobre las perspectivas de crecimiento global y han aumentado la probabilidad de una recesión en Estados Unidos.

Los mercados financieros internacionales registraron una alta volatilidad durante esta semana, al intensificarse la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo.

En principio, el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos iba a incrementar los aranceles del 104 al 125 por ciento sobre las importaciones provenientes de China.

También anunció una pausa de 90 días para los aranceles recíprocos más altos aplicables a la mayoría de países, que dio a conocer el 2 de abril, pero con una “reducción sustancial” a una tasa del 10 por ciento para los que no han tomado represalias comerciales.

Por cierto que ni México ni Canadá estarán sujetos al arancel recíproco reducido de 10 por ciento, por lo que los aranceles para ambos ‘socios’ de Estados Unidos en el T-MEC se mantienen en 25 por ciento, con la exención vigente para los productos que cumplen con la regla de ser originarios de la región.

Previo al anuncio de Trump, China informó que elevaba del 34 al 84 por ciento los aranceles a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos a partir del 10 de abril.

Luego, la Casa Blanca aclaró que los aranceles estadounidenses sobre China aumentaron al 145 por ciento.

Al cierre de la semana, China tomó nuevas represalias al elevar los aranceles a todos los productos estadounidenses del 84 al 125 por ciento a partir de este sábado 12 de abril.

Además, dejó claro que ya no considera igualarlos si Washington insiste en imponer nuevos aranceles a Pekín, pues el daño ya está hecho.

El anuncio de la pausa de 90 días se reflejó en fuertes repuntes en todos los índices accionarios de la Bolsa de Nueva York, encabezados por el Nasdaq de acciones tecnológicas, que voló más del 12 por ciento y obtuvo su mayor ganancia en una jornada desde 2001.

Pero cuando se informó que los aranceles estadounidenses sobre China se incrementaron al 145 por ciento, se registraron caídas en las acciones, pues los temores de una recesión mundial invadieron Wall Street.

Los riesgos para el panorama económico mundial han aumentado durante los últimos días, desde el pasado 2 de abril.

Las disputas comerciales han profundizado el pesimismo sobre las perspectivas de crecimiento global y han aumentado la probabilidad de una recesión en Estados Unidos.

Si bien el gobierno estadounidense retrocedió parcialmente en su postura arancelaria, lo que reduce la volatilidad en el corto plazo, “el daño económico ya está hecho y no está plenamente reflejado en los mercados”, advirtió el banco suizo UBS.

Es por eso que en este momento no se pueden descartar nuevos episodios de volatilidad financiera y de aversión al riesgo.

La suspensión por 90 días de los aranceles de Trump, que prolonga la incertidumbre persistente, provocará un deterioro en la confianza de los negocios y, por consiguiente, una pausa de la inversión mundial en los tres meses de tregua.

De nuestro lado, las disputas comerciales entre las dos principales economías del mundo podrían influir en una mayor participación de México en las importaciones de Estados Unidos.

Según datos de la Oficina del Censo estadounidense, perteneciente al Departamento de Comercio, publicados recientemente, entre enero y febrero de 2025 México exportó un monto récord de 83.3 mil millones de dólares en bienes a Estados Unidos, por arriba de los 73.3 mil millones tanto de Canadá como de China.

Esto quiere decir que el valor de los productos mexicanos exportados a Estados Unidos en el primer bimestre del año superó los 41.6 mil millones de dólares mensuales, por arriba de los 39.1 mil millones de igual período de 2024.

A pesar de las amenazas arancelarias de Trump, México ocupa el primer lugar como proveedor de bienes al mercado estadounidense, con una participación del 13.8 por ciento del total, en comparación con el 12.1 por ciento de Canadá y China.

Lo anterior se atribuye a una tendencia previa a la ampliación en esta participación, que se pondrá a prueba con los aranceles de Estados Unidos que enfrenta nuestro país a partir de marzo y abril.

Se da por hecho que la exención arancelaria a los productos que califiquen como originarios de la región le otorga a México una ventaja comparativa.

¿Será suficiente para seguir siendo la economía con las más altas exportaciones a Estados Unidos?

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