El tema de la existencia de Dios ha sido abordado de muchas maneras, entre ellas, el debate entre ateos y creyentes. Sobre esto, conviene recodar la discusión sostenida en 1948 en la BBC de Londres entre el filósofo Bertrand Russell y el jesuita Frederick Copleston.
Un diálogo indirecto sobre el ateísmo lo encontramos en la monumental obra de cuatro gruesos volúmenes: El ateísmo contemporáneo, donde decenas de filósofos deístas de altísimo nivel estudian con gran honradez los diversos aspectos del ateísmo contemporáneo.
A lo anterior, conviene añadir a varios pensadores que se convirtieron desde una posición atea o de indiferencia religiosa a un teísmo activo y comprometido. Entre estos destacan: Jacques Maritain, Graham Greene, Julian Green, Evelyn Waugh, Paul Claudel, Gabriel Marcel, K. Chesterton, V. Soloviev, G. Papini y Lecomte du Noüy… Entre los Premio Nobel destacan como pensadores deístas: Lord Rayleigh, Alexis Carrel, Robert A. Millikan.
En este siglo es importante la conversión de Antony Flew que algunos consideran como “el ateo más famoso del mundo” (subtítulo de su libro, Dios existe, Ed. Trota). Flew destacó por sus novedosos enfoques entre grandes filósofos no creyentes de su generación, como Quine, Ryle, Gale y Kurt… En su libro Dios y la filosofía, Flew profundiza algunos aspectos sobre el ateísmo: debería ante todo demostrarse la coherencia del concepto de un espíritu omnipresente y omnisciente. En su obra La presunción del ateísmo sostiene que la carga de la prueba reside en el teísmo.
El giro al deísmo que inspiró Flew apareció en el artículo “Modernizing the Case for God (Time, el 7 de abril de 1980). Flew cambió de opinión al reflexionar sobre las críticas que provocaban sus ensayos y sus libros. Especialmente le llamaron la atención las opiniones de Alvin Flantinga y McInerney. También estudió la filosofía de la creencia en Hume, y luego se dedicó a profundizar la importancia del libre albedrío.
En esa época surgieron varios debates en Estados Unidos de Flew con Thomas Warren, W Craig. U. Corral y R. Winbung. El último debate lo tuvo en Nueva York en 2004 con un científico israelí Gerald Schroeder, autor del betseller La ciencia de Dios, especialmente le impresionaron los argumentos sobre el extraordinario orden del universo y le surgieron tres preguntas: ¿Cómo llegaron a existir las leyes de la naturaleza? ¿Cómo aparece el fenómeno de la vida a partir de la no vida? ¿Cómo llegó a existir el universo? De la misma manera que Leibnitz se preguntaba ¿por qué existe el ser y no la nada?
Varias citas de grandes científicos, que aparecen en su libro Dios existe, apuntan a la solución de estas preguntas. Stephen Hawking escribió: “por qué existimos y por qué existe el universo. Si encontramos una respuesta a eso, estaríamos ante el triunfo máximo de la razón humana pues entonces podríamos conocer la mente de Dios”.
Max Planck sostuvo “no puede haber nunca una oposición real entre ciencia y religión, pues la una es el complemento de la otra”. A su vez, Einstein confesaba: “mi religión consiste en una humilde admiración hacia el espíritu infinitamente superior que se revela en los leves detalles que somos capaces de percibir con nuestras frágiles y débiles mentes”.
Se suele decir que no puede existir un reloj sin relojero y que el universo presenta innumerables ejemplos de un orden maravilloso en el mundo, pero, sobre todo, impresiona no un orden material como el del reloj, sino el orden en los seres vivientes. La vida es el movimiento autoperfectivo, es la perfección por la cual un ser es capaz de moverse a sí mismo y de actuar de manera inmanente.
En el apéndice B del libro que comentamos, Flew da un paso adelante, resume el diálogo que tuvo con el investigador bíblico N.T. Wright: “Con particular referencia a la tesis cristiana de que Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo como he dicho más de una vez, ninguna otra religión posee algo parecido a la combinación de una figura carismática como la de Jesús… ¡Si queremos que la omnipotencia funde una religión, esta es la que tiene todas las papeletas para ser la elegida!”.