Hacer posible lo imposible parece que fue la guía de trabajo del saliente alcalde de Tlajomulco, Jalisco, Alberto Uribe. Así es, acudí al tercer informe de gobierno de este personaje que transformó la ciudad con creatividad y compromiso.
Uribe se dedicó a romper paradigmas, a no aceptar el NO SE PUEDE como forma de gobierno y salir del esquema tradicional para poder cumplir a los ciudadanos. Así las cosas, rompió récord en la recaudación de impuestos locales sin subirlos.
Su municipio es uno de los que más ha crecido en vivienda, y en un muy corto tiempo, en Jalisco. Uribe tomó el toro por los cuernos para detener un crecimiento sin respaldo de infraestructura básica e irse convirtiendo en el dormitorio no sólo de la población que va a trabajar a la gran urbe, sino que deja los problemas a la espera, hasta que estos despierten.
Uno de los grandes retos de Uribe fue sin duda recuperar los edificios y vivienda abandonados para que los problemas causados por su descomposición se frenaran. También hizo suyo el medio ambiente y sembró más árboles que cualquier otro municipio en los años recientes. Con esto hizo que la comunidad viera la importancia que tiene el cuidado del medio ambiente y lo que respiramos como sociedad, regresándole a Jalisco un gran pulmón. Este mismo bosque en unos cinco años será un muy bello paseo, al igual que ya lo es una de las avenidas que reconstruyó y colocó estatuas de animales, haciendo de ello un recorrido familiar didáctico y divertido.
El presidente municipal saliente también trabajó con lo más elemental e importante, sus jóvenes. Dedicó mucho para atender el tema de la seguridad desde la ocupación de los pequeños y el entretenimiento de sus grandes. Con el objetivo de conservar sus tradiciones abrió la escuela de mariachis, un centro de natación, un gran espacio de sembradores de hortalizas orgánicas. También reconvirtió un picadero en un centro de capacitación para el trabajo e inauguro una preparatoria en la comunidad.
Por último, tomó dos tareas que tal vez si lo vemos desde lo tradicional no le tocaban: realizar una presa para que la comunidad tuviera agua de uso diario, pero también que no se inundará cuando esta se excede por las lluvias. De la misma manera tomó ventaja del ingenio y la tecnología de la comunidad para poner en servicio el primer carro verificador de contaminación, con el cual logran saber la situación con 8 componentes de contaminación y no con 3 o 5 como se encuentran la mayoría al día de hoy.
En fin, llama la atención que un municipio donde tanto cambió en tan poco tiempo y donde el futuro pinta mejor, pues lo deja con dinero en las arcas y sin deuda, el alcalde haya decidido no reelegirse.
Segura estoy que hay mucho que aprenderle a Uribe y que este habrá de romper paradigmas a donde vaya.