La Feria

El milagro de Sheinbaum en la inseguridad

El arranque de sexenio tan venturoso en las cifras de seguridad por parte de Claudia Sheinbaum, obliga a cuestionar qué no se hacía antes y qué faltó en el gobierno anterior.

En su conferencia mañanera de este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que el promedio diario de homicidios dolosos ha disminuido 14 por ciento entre el último mes de López Obrador y marzo. Una noticia positiva y alentadora, por donde se le vea.

Fue martes de seguridad en Palacio Nacional. Y estuvo lleno de reportes halagüeños. Por ejemplo, el promedio diario de víctimas de homicidio doloso del tercer mes de 2025 es de 74.7, lo cual significa que este marzo es el de menos homicidios desde 2018.

Y comparado con lo que se veía en 2018, el promedio diario de ese delito en lo que va de 2025 supone una disminución de 24.8 por ciento.

La presidenta reportó, igualmente, que en su primer semestre de gobierno en 27 entidades federativas han bajado los asesinatos.

Este reporte semestral de la incidencia delictiva da aún más esperanza al ver el promedio de los delitos de alto impacto. Entre enero-marzo 2019 y 2025 van así:feminicidio, -24.9%; lesiones dolosas por disparo de arma de fuego, -26.4%; secuestro extorsivo, -74.3%; todos robos con violencia, -46.8%; robo a casa habitación con violencia, -54.3%; robo de vehículo con violencia, -37.9%; robo a transportista con violencia, -55%; robo a transeúnte con violencia, -45.2%; robo a negocio con violencia, -54.2%; otros robos con violencia, -48.4%.

El rojito en el arroz, ya se sabe, es la extorsión, que ha aumentado según estas cifras oficiales 27.7%.

En pocas palabras, y sin minimizar la gravedad del delito de extorsión –que hipoteca el futuro de familias y denota un control criminal de territorios, caminos, autoridades y, desde luego, mercados– todos los otros índices implicarían razones para el optimismo.

Es obvio que, de acuerdo con esas cifras, algo se está haciendo bien, e incluso se puede decir que se está haciendo mejor que en el sexenio pasado. ¿Un semestre es suficiente para apostar que el nuevo modelo está funcionando, y para esperar de él aún mejores datos? Quizá sí.

Porque el mismo reporte contiene información de que incluso en Guanajuato, donde los homicidios son un dolor de cabeza hace mucho, hay un avance en las últimas tres semanas, ni más ni menos que una disminución de 48%, punto de inflexión originado, según el informe presentado, por “detenciones estratégicas por las fuerzas federales”.

Y algo parecido se expone sobre Tabasco, donde una disminución de 42.2% en los homicidios desde 16 de febrero es acreditada a la “implementación de la nueva estrategia en el estado por parte de las fuerzas federales”.

¿Quién duda de que acabaron los abrazos? Nadie, y menos que nadie, los criminales convencionales. ¿Quién le regatea a la presidenta su decisión y al secretario Omar García Harfuch y su equipo, y las Fuerzas Armadas, su acción?

Hasta parece un milagro. Una prueba de que querer es poder. Un arranque de sexenio tan venturoso que obliga a cuestionar qué no se hacía antes, qué faltó justo en el gobierno anterior, sí, ese del mismo partido.

No creo que estos resultados sean un milagro.

Pensándolo bien, quizá el milagro esté por ocurrir: si tan buenos datos se están teniendo sin detener a autoridades, de todos los partidos, que fueron omisas con, o cómplices de muchas bandas criminales, qué tanto más bajarán los delitos si la presidenta Sheinbaum hace el milagro de también ir por los políticos que entregaron plazas (como Tabasco), que permitieron la infiltración de policías estatales y municipales, que aceptaron donativos en campaña (o movilización de electores, como en Michoacán o Sinaloa)... sería como para cantar aleluya si esos otros criminales también caen.

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