Estrictamente Personal

Circo de múltiples pistas

Al desaparecer el proyecto unificador, los mercenarios se balcanizaron, ofreciendo un espectáculo público antropológico que refleja la lucha de poder en Morena.

Ido el dueño del circo, todo el vecindario que habitó en la carpa mañanera durante seis años perdió el consenso y se están peleando unos con otros, se acusan de corruptos y defienden intereses particulares, por razones oscuras. Durante todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador cerraron filas en torno a él, golpeando a quienes les ordenaban por osar tocar a su jefe, ayudando así en la construcción del mundo irreal que hoy se está cayendo a pedazos. Al desaparecer el proyecto unificador, los mercenarios se balcanizaron, ofreciendo un espectáculo público antropológico que refleja la lucha de poder en Morena.

Una crónica del proceso que estamos viviendo, muy serio y profundo, aunque protagonizado por los lacayos más conspicuos del obradorato, la hizo el lunes Marco Levario, director de la revista Etcétera y autor de Los Farsantes de la ‘4T’ (2022), que consta de dos volúmenes que son dinamita contra los mercachifles del régimen, en una entrevista con Carlos Loret en W Radio, quien le pregunta para abrir boca: “Pocos como tú han analizado e investigado el fenómeno de los propagandistas de la ‘4T’, una camada de algunos de ellos creados al vapor, otros conversos, que han servido para impulsar la narrativa del gobierno. Y lo que hemos visto en los últimos días es que parece que se están peleando entre ellos”.

“Yo creo que no son una camada, son una parvada”, arrancó Levario. “Ya no son jilgueros, sino que parecen cuervos o buitres entre ellos mismos. A ver, ¿quiénes están peleando entre ellos? ¿Por qué se están peleando unos con otros? ¿Qué está pasando entre los propagandistas de la ‘4T’? Yo creo que están reflejando lo que es la disputa política en nuestro país en la actualidad; es decir, representan distintas posturas de Morena en función de quién (le da) el alpiste (a) cada uno de esos integrantes.

“Sobre esa base, y recordando siempre a nuestra entrañable Celia Cruz con su conocida canción Burundanga, uno le da al otro, le dio al otro, le dio al otro... Pedro Salmerón (un polémico historiador, protegido por Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador) pegándole durísimo a (la ministra) Yasmín Esquivel. Luis Guillermo Hernández (un periodista frustrado que no tiene quien lo contrate) y El Chapucero (apodo de Nacho Rodríguez, uno de los blogueros inventados en el obradorato acusado de corrupción) haciéndolo (criticando) contra Canal 11.

“Canal 11 (dirigido por Renata Turrent, muy cercana a la presidenta Claudia Sheinbaum, que ha hecho el único trabajo respetable en los medios públicos) respondiéndole, a través de Fabrizio Mejía (uno de los sicarios más prolijos del obradorato), al menso de Vicente Serrano (otro testaferro frustrado), que al mismo tiempo también clama y reclama que no tiene un espacio en Canal 11. Pero sí, como decía Voltaire en sus filípicas, de vez en cuando hay que ensuciarse las manos en los debates públicos y (es) esto mismo que estoy en estos momentos reseñando. A mí mismo me da pena. Nada más imagínate a Vicente Serrano recordando que Fabrizio Mejía es un plagiador, y Pedro Salmerón haciendo lo mismo con Yasmín Esquivel, mientras otros, defendiéndola.

“Es una situación complicada para ellos, pero creo que el monero (de La Jornada, José) Hernández (que es algo así como corre ve y dile del jefe de los cuadros de Morena, y otro monero e ideólogo principal –no es broma– de López Obrador, Rafael Barajas, El Fisgón) es la joya de esta disputa porque escribió (que) la autopromoción que está haciendo (la senadora) Andrea Chávez en busca de la gubernatura de Chihuahua es simplemente inmoral, totalmente contrario al ejercicio ético de la política abanderado por AMLO. Una vergüenza, dice él.

“Dejemos a un lado, por supuesto, que nunca dijo nada frente a la campaña adelantada de Claudia Sheinbaum, pero que ahora lo recuerdo porque en ellos no importa la solidez intelectual ni académica. Lo que está haciendo es dirigir el obús directamente en contra de Abraham Mendieta (el polémico novio de la senadora) y Andrea Chávez, diciendo lo que muchos decimos. Esa campaña es ilegal, es antiética, etcétera.

“Entonces me parece que ya hay un resquebrajamiento. Lo creo irremediable porque dentro de todo eso El Fisgón (está) acusando a Luis Guillermo Hernández, que a su vez había criticado al Canal 11, de formar parte de un complot para un golpe de Estado. Es increíble. Y todos, todos, son propagandistas”.

Inquiere Loret: “Esto es reflejo de dos cosas. Primero, de las pugnas que hay internamente entre la presidenta Sheinbaum, Ricardo Monreal (coordinador de Morena en la Cámara de Diputados), Adán Augusto López (coordinador de Morena en el Senado), y Andy López Beltrán (el secretario de Organización de Morena, y quien asegura tener la responsabilidad histórica de mantener el legado de su padre, el expresidente), porque cada uno de estos tiene sus patrocinadores. O sea, habiéndose ido López Obrador, ¿se diluyen las lealtades? Y la segunda, si no también es reflejo de que la mejor oposición a Morena está en Morena, porque la oposición afuera no logra dar nada efectivo”.

Continuó Levario:

“Ahorita, este tipo de situaciones se están dando justamente porque la disputa política está dentro de Morena. Y por supuesto que hay un patrocinio documentado, (y) a diferencia de ellos, pues como en sus funciones de propaganda no sienten alguna obligación de documentar, nosotros y distintos medios (lo) hemos justamente mostrado (y) demostrado. Hablemos de un patrocinio. Álvaro Delgado y Alejandro Páez (editores del portal SinEmbargo), ¿no?, en donde ha quedado claro que han recibido más de 25 millones de pesos por medio de la publicidad y al mismo tiempo también reciben dinero, como eso, como jilgueros, en Canal 11.

“Ellos tienen como encomienda principal defender a Claudia Sheinbaum y, por supuesto que, atacar a Ricardo Monreal. Y así nos vamos. Cada uno va teniendo sus propias funciones, ¿no? Vicente Serrano tiene la función de defender a Yasmín Esquivel”.

La carpa de lo que fue la familia obradorista se está cayendo a pedazos. Y ellos, junto con ella.

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