Mexicanos Primero

El huracán ‘Otis’ y las escuelas de Acapulco

Las autoridades educativas dicen que de las mil 224 escuelas en Acapulco y Coyuca de Benítez, 202 presentan daño menor, 420 moderado y 363 severo.

México enfrenta hoy nuevamente un desastre natural. Entre el 24 y 25 de octubre el huracán Otis impactó sobre la ciudad de Acapulco de una forma brutal como pocas veces en la historia de nuestro país había sucedido.

Acapulco no es cualquier ciudad. Por su población es la ciudad portuaria más importante de todo el litoral del pacífico mexicano -con más de 770 mil habitantes- y su peso económico no es menor ya que el año pasado fue, por el número de turistas, el tercer destino turístico del país, la sexta ciudad con más cuartos disponibles y ocupó el lugar 17 dentro del Producto Interno Bruto turístico nacional -con un valor anual de 21 mil 827 millones de pesos-. Es el municipio más importante del estado de Guerrero y aporta el 65.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) estatal.

Según la agencia Fitch Ratings, las estimaciones preliminares de pérdidas catastróficas ocasionadas ascienden a 16 mil millones de dólares. En tanto, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros reportó daños en 80 por ciento de los hoteles de la ciudad, 16 mil viviendas y 20 mil vehículos.

De igual magnitud es el impacto sobre el sistema educativo estatal. Tomando en consideración los tres municipios más cercanos a la zona de paso del huracán -Acapulco, Coyuca de Benítez y San Marcos- estimamos que fueron afectados poco más de uno de cada cinco niños guerrerenses de escuelas públicas y una de cada cuatro docentes del estado. Las autoridades educativas dicen que de las mil 224 escuelas en Acapulco y Coyuca de Benítez, 202 presentan daño menor, 420 daño moderado y 363 daño severo, el resto que no presentan daño ya reanudaron actividades; sin embargo, esta información es únicamente de Acapulco y Coyuca de Benítez y no hay datos de otros municipios.

Todo lo anterior, permite tener una idea de la magnitud de lo ocurrido, pero poco sabemos del sufrimiento por el que están pasando miles de familias guerrerenses. La pérdida de empleos, los servicios públicos como transporte, agua, luz y recolección de basura no funcionan normalmente o están interrumpidos y el abasto alimenticio es incierto. Aunado a eso hay una percepción creciente respecto a la inseguridad en sus calles y preocupación por los riesgos sanitarios. Las fotografías con calles llenas de lodo, basura y agua estancada lo describen. La emergencia no termina.

En ese contexto, es difícil pensar que la restauración del derecho a la educación de las niñas, niños y adolescentes se resolverá únicamente con la reapertura de escuelas. Está ampliamente documentado cómo los desequilibrios socioemocionales emergen después de las catástrofes. Las familias entran en crisis. Urge resolver el problema de la limpieza de calles, el acceso al empleo, la alimentación y los servicios de atención psicológica. Ahora más que nunca urge reconectar a cada escuela con el mundo. Hacerles sentir que no están solos y abrir canales seguros para hacerles llegar la ayuda que tanto necesitan.

Conocer la situación de cada escuela para priorizar recursos, restablecer las condiciones para su reapertura y reconstruir cada comunidad escolar será el reto de los próximos meses. En estos momentos desconocemos qué tipos de apoyo requieren, por ejemplo, las escuelas de Ciudad Renacimiento, Icacos, Llano Largo o Puerto Marqués o quién lo necesita más o más rápido.

Difícilmente el gobierno federal y estatal podrán resolverlo solos. Hoy más que nunca tenemos que convocar a la solidaridad de todos. Hay que actuar de forma organizada. Es ingenuo pensar que todo se resolverá en un par de semanas. La experiencia de Juchitán con los terremotos de 2017 nos debe llevar a actuar de manera organizada si no queremos que Acapulco quede permanentemente dañado.

Uno de los primeros pasos que estamos adoptando diversas organizaciones de la sociedad civil es la campaña ‘Donemos mochilas’ cuya meta es recaudar al menos 3 mil 250 mochilas con útiles escolares y empezar así el largo camino de recuperación de las comunidades escolares. Sino lo hacemos todos sufriremos las consecuencias de perder a toda una generación de niñas, niños y adolescentes guerrerenses que vieron truncados sus anhelos y aspiraciones.

Para donar se puede acudir a los centros ubicados en:

Enseña por México. Londres 241, segundo piso, colonia Juárez, Cuauhtémoc; o a la cuenta BBVA 011575843.

Un Lugar de La Mancha. Prado Norte 205, Lomas Virreyes, colonia Lomas de Chapultepec, Miguel Hidalgo.

Parrilla Paraíso. Santa Úrsula 34, colonia Santa Úrsula Xitla, Tlalpan.

Fundación SM. Magdalena 211, colonia Del Valle, Benito Juárez.

Grupo Educación. San Jerónimo 82, colonia San Ángel, Coyoacán.

Fernando Ruiz es director de Investigación en Mexicanos Primero.

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