Autonomía Relativa

Réplica de Javier Coello Trejo

El licenciado Coello Trejo mandó una carta dirigida al director del periódico El Financiero, con copia a Juan Ignacio Zavala, en la que solicita réplica.

El viernes pasado en este espacio hice comentarios sobre la estrategia de defensa mediática de Emilio Lozoya y su abogado Javier Coello Trejo. En el texto hice mención a la fama pública del abogado. El licenciado Coello Trejo mandó una carta dirigida al director del periódico El Financiero, con copia a un servidor, en la que solicita réplica y anuncia que me va a demandar por difamación. En atención a la réplica solicitada –y con independencia de la decisión de este periódico con respecto a la pretensión del licenciado Coello–, a continuación cito textualmente los extractos de la carta que guardan relación con las opiniones vertidas en esta columna.

"Por lo que refiere 'El señor Lozoya quiere empujar a sus compañeros de trabajo, adelante', a este respecto mi representado, Emilio Lozoya Austin, no quiere empujar a sus excompañeros de trabajo, ni lo pretende, pero el señor Emilio Lozoya, cuando en el procedimiento comparezca, tendrá que decir toda la verdad, tanto histórica como jurídica, de los hechos que se le imputan".

"…el señor Zavala en forma dolosa me difama. En primer lugar, no fui policía, en la época del expresidente Carlos Salinas de Gortari fui Subprocurador Encargado de la Lucha contra el Narcotráfico, cargo que me honró y me honra y que desempeñé, no con la fuerza brutal que refiere el señor Zavala, sino con la ley en la mano; expuse mi vida y la de mi familia, mientras el señor Zavala, cómodamente, estaba en sus oficinas o en su casa y sus hijos, si es que tiene, vivían seguros y tranquilos; es muy fácil, señor director, desde un cómodo sillón ver pasar la vida, lo difícil es, por servir a la nación y mantener la seguridad y la tranquilidad de la sociedad, enfrente uno con la ley y el derecho a la delincuencia, y que me perdone el señor Zavala, a los asesinos, a los violadores, a los narcotraficantes, a los sicarios y en general a la delincuencia se le combate, señor director, no sólo con la ley sino con los pantalones y la fuerza moral".

"Por lo que se refiere a que encabecé una banda de violadores, esto es muy grave, tal imputación, que causa agravio a mi prestigio, pero fundamentalmente en el honor de mi esposa, mis hijos y de mis nietos".

"En consecuencia, le informo que, independientemente de esta carta de réplica, procederé jurídicamente contra el señor Zavala ante los tribunales competentes, para que pruebe la imputación que formula en mi contra".

"Efectivamente, durante todo el tiempo que tuve el honor de servir a México como Agente del Ministerio Público Federal, como Agente del Ministerio Público del Fuero Común, como Secretario General de Gobierno de Chiapas, como Subprocurador de la República y como Procurador General del Consumidor, siempre actué apegado a derecho, con honestidad, con firmeza, pero le aseguro, señor director, que nunca me tembló la mano para cumplir con mi deber, que jamás permití y mezclé la acción de la ley con la política; encerré, con la facultad que me otorgaban mis cargos, a muchos funcionarios, desde Secretarios de Estado, funcionarios de nivel medio y funcionarios de otros niveles, policías, Ministerios Públicos, líderes sindicales, para servir a mi país".

"Por todo lo anteriormente expuesto y debidamente fundado, me permito solicitar, de conformidad a la ley, que usted publique con las características similares y la relevancia que tiene la nota que causa un agravio al honor y prestigio del que esto suscribe, y le causa un agravio a mis hijos, mis nietos y toda mi familia".

Finalmente el licenciado Coello Trejo anuncia que presentará ante los tribunales "una demanda por daño moral en contra de quien o quienes resulten responsables de esta columna".

Por lo que se refiere a este espacio, réplica concedida.

COLUMNAS ANTERIORES

Cosas que salieron mal III
Cosas que salieron mal II

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.