Quienes viven en Estados Unidos ya toman más cerveza Modelo Especial que Budweiser o su versión “corta”, la Bud Light. Más México, menos Missouri.
Parece asunto de poco alcance pero habla de un cambio profundo: los latinos venidos de donde sea están cambiando el diseño del sombrero del Tío Sam, de chistera a charro. Eso quiso reflejar tal vez el ilustrador de un reportaje de la versión más reciente de la influyente revista inglesa The Economist, esta semana.
El texto fue publicado en el tradicional espacio Schumpeter, dedicado a innovación y emprendedores. Fue titulado: The Mexican-American wave.
La publicación detalla el éxito de Constellation Brands que empezó a vender cerveza hace apenas 10 años y hoy logró la hazaña de llevar una de sus marcas a batir el liderazgo de la más tradicional cerveza estadounidense.
“El rey esta muerto. ¡Viva el rey! Esa es la alegría que resuena en los antros este verano cuando Bud Light, el autoproclamado “rey de las cervezas” de Estados Unidos durante 22 años, es destronado por Modelo Especial, una cerveza mexicana. Piensen un momento en los vencidos. Rara vez un esfuerzo por rejuvenecer una marca ha ido tan espectacularmente mal como cuando los especialistas en marketing de Bud Light iniciaron una relación con una estrella transgénero de las redes sociales, solo para ser víctimas de las guerras culturales de Estados Unidos”, destacó The Economist.
“En el lado positivo, ofrece la oportunidad de examinar una historia de éxito poco conocida. Constellation Brands, una empresa estadounidense que comenzó a fabricar cerveza hace solo una década, ofrece una lección sobre cómo librar una insurrección corporativa a la antigua, al estilo mexicano-estadounidense”, publicó The Economist.
¿Cuál minoría?
Este fin de semana platiqué con un empresario texano que gusta de usar botas y saco de cuero, incluso bajo el sol de Houston. Me hablaba de la relevancia de la necesaria diversidad cultural en su negocio involucrado en el sector energético.
Bien por eso, le dije, explicándole la relevancia que puede tener la estrategia para gente que venimos de una mezcla de culturas latinas y que por tanto representamos una “minoría” en Estados Unidos.
Él, un hombre alto de tez blanca, respondió riendo… “¿Minoría?, creo que ya no tanto”.
En efecto, datos del centro de estudios Pew Research Center, basado en Washington, DC, evidencian una revolución. En 2014, los hispanos se convirtieron en el mayor grupo étnico o racial en California. En 2021 ocurrió lo mismo en Texas.
De acuerdo con The Economist, Constellation Brands saca provecho de esa circunstancia, pues la mayoría de los compradores de Modelo Especial son mexicanos o latinos, una comunidad cuyo poder crece aceleradamente:
“Si el Estados Unidos de los latinos fuera un país, tendrían la economía de tercer lugar en crecimiento en el mundo, solo detrás de China e India”, destaca el texto de la revista inglesa.

Una constelación de dinero
Constellation Brands se dedicaba a vender botellas de vino hasta que un golpe de suerte cambió su destino cuando AB Inbev, propietaria de Budweiser, compró Grupo Modelo hace poco más de 10 años.
Las autoridades del país vecino le prohibieron añadir marcas tan poderosas como Corona a su repertorio, por lo que le obligaron a vender el negocio de Modelo en Estados Unidos a un tercero: Constellation, que después de la adquisición apostó a construir plantas de producción en México para cumplir con lo que esperaba que fuera un estallido en la demanda de sus productos. ¿Se acuerdan de la cervecera que AMLO prohibió en Baja California y terminó en Veracruz?
Desde 2013, el valor de esa compañía saltó de 8 mil 174 millones de dólares, a 44 mil 417 millones que vale hoy. Sus utilidades netas, de 409 millones anuales, a 2 mil 42 millones. Todo, en buena medida gracias a su Modelo Especial.