El partido Nueva Alianza estará de aquí al 26 de agosto en la lucha por mantener el registro, después de esta elección en la que Morena se convirtió en la gran aplanadora. Ante esta situación, después de que se dio a conocer el resultado electoral, Luis Castro nos comenta que lo primero que pensó fue si debía renunciar o no, "porque el cuerpo te pide una reacción".
Se detuvo a pensar y decidió que lo mejor era rendir cuentas; que la mejor opción, en vez de salir cuidando únicamente la reputación, era salir cuidando las cuentas de este partido y, por eso, ahora está seguro de que dará la pelea hasta el 26 de agosto, cuando el Tribunal Electoral defina su futuro. Después de esa fecha todo es incierto.
Esta fue la primera ocasión en que Nueva Alianza decidió participar en coalición en la elección presidencial y finalmente los resultados que obtuvo no le permitieron lograr los tres puntos que exige la ley para mantener el registro. En la elección presidencial sacó .99 por ciento de los votos; en la de diputados, 2.4; y en la de senadores, 2.3 por ciento.
Luis Castro asegura que si la decisión del Tribunal los favorece como partido político, entonces él buscará dejar encaminada, conforme al estatuto, la fase que sigue en Nueva Alianza; pero si la decisión no les favorece, se tendrá que establecer la plataforma para la reconstrucción con los 20 partidos estatales que tendrá Nueva Alianza en el país, ya que tendrán tres registros estatales más que antes de esta elección, además de legisladores locales, presidentes municipales, diputaciones federales y una senaduría que ganaron en Morelos; es por esto que asegura que "Nueva Alianza vive y la lucha sigue".
A la pregunta de si se arrepiente de haberse aliado al PRI, el presidente de Nueva Alianza responde que todas las decisiones que se tomaron en su momento fueron colegiadas, además, producto de la reflexión y del diagnóstico, y que hasta ahora en la revisión que han hecho no han encontrado una decisión distinta que hubiera llevado a resultados diferentes, sin faltar a la responsabilidad de cumplir con sus propios planteamientos.
Recuerda que su partido siempre contendió solo en las elecciones presidenciales, pero asegura que en este momento eso no hubiera sido garantía de nada, ya que "la sociedad fue muy clara en su veredicto y así castigó a los independientes", y a casi todas las fuerzas políticas.
Nueva Alianza, explica el dirigente, incursionó con los candidatos ciudadanos, con Gabriel Quadri, y tenía ese nicho que se vio invadido por los independientes a quienes no les fue nada bien en esta elección.
Castro Obregón comenta que los dirigentes de los partidos que estuvieron en el cuarto de guerra político durante la campaña de la coalición Todos por México se han reunido un par de veces para expresarse agradecimiento y apoyo, y que incluso se vieron con el candidato José Antonio Meade el viernes pasado, y quedaron de mantener un diálogo poselectoral hasta que termine el proceso, que es cuando el Tribunal Electoral dé su último fallo, y que después de ese momento, cada una de estas fuerzas políticas actuará por sí misma.
De la posibilidad de acercarse a Andrés Manuel López Obrador, candidato ganador en la elección presidencial, el dirigente de NA señala que no tendrán que tomar decisiones de esa naturaleza hasta que se tenga más claridad en las fases de impugnación del proceso electoral, pero subraya que su relación con la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, ha sido de camaradería.