Para los líderes empresariales, estos meses de 2020 no han sido fáciles. Los efectos que la pandemia ha tenido en la economía, el consumo, el trabajo y la salud han mantenido en vela a muchos de los miembros de la C-Suite.
En particular, los directores de finanzas (CFOs) se cuentan entre esos líderes a quienes los eventos disruptivos de este año les han alterado considerablemente su trabajo y su tranquilidad. Han tenido que reconsiderar muchos de los aspectos de hacer negocio y mantener las finanzas lo más sanas posibles, además de replantear muchas de sus prioridades y expectativas. Y lo tendrán que hacer también durante el próximo año.
Por ejemplo, tendrán que seguir garantizando la liquidez de su organización, poner en pausa algunos proyectos y sopesar las inversiones planeadas, equilibrar despidos con recortes salariales, y gestionar apoyos gubernamentales.
Para los CFOs, durante el 2021 seguirá latente un ambiente de incertidumbre, por lo que aún no podrán dormir tranquilos por un tiempo. Entre sus preocupaciones se cuentan nuevas olas de infección, más cierres de negocios y la posibilidad de que la recesión se alargue.
De acuerdo con un sondeo, los CFOs han identificado diez preocupaciones que ocuparán sus agendas y con las que tendrán que lidiar en el corto a mediano plazo.
1. Diversificación de las cadenas de suministro. A medida que las reconfiguran para hacerlas más resilientes, los CFOs buscan cambiar sus redes de cadenas de suministro extendidas a versiones más regionales y acelerar la inversión en automatización.
2. Enfocarse en la liquidez. Para lograrlo, es el momento propicio para elevar la deuda, así como desplegar fondos para apuntalar adquisiciones en áreas propicias para su consolidación.
3. Acelerar la digitalización. Los CFOs están considerando invertir en tecnología que no sólo les permita obtener mejores resultados, sino también mantener la privacidad de los datos y endurecer las medidas de ciberseguridad.
4. Prepararse para una recesión de largo plazo. Los CFOs no descartan que la pandemia provoque que se extienda la recesión por más tiempo, por lo que necesitan prepararse para cualquier revés que sufra la economía global.
5. Consolidación del trabajo remoto. La pandemia representó para los CFOs la introducción del trabajo virtual a una función que requería de la presencia física. La mayoría de los CFOs prevén que el trabajo remoto del área de finanzas seguirá siendo la norma en el futuro.
6. Retención del talento. Es una de sus preocupaciones más urgentes de estos líderes, por lo que buscarán poder pagar lo suficiente a sus mejores colaboradores para retenerlos.
7. Cultivar la tranquilidad. El rol del CFO incluirá brindar un sentido de tranquilidad y una perspectiva de que la compañía puede transitar por este difícil trance.
8. Lograr el equilibrio entre el outsourcing y la automatización. Ante una demanda inestable, el reto radicará en buscar mejores eficiencias y reducir costos en procesos no esenciales o repetibles. Por tanto, las organizaciones podrían elevar la subcontratación de algunas actividades.
9. Proyectar el rendimiento. Debido a la incertidumbre económica, los CFOs necesitarán hacer pronósticos probando distintos escenarios y opciones para crear un manual que ayude a la organización a anticipar y ajustarse al impacto de cambios específicos.
10. Impulsar la innovación. Los CFOs aplicarán su experiencia y las lecciones aprendidas recientemente para determinar cuándo aprobar opciones tecnológicas que promuevan la innovación y sean de apoyo en el futuro.
Ante tal nivel de incertidumbre, el próximo año seguirá planteando grandes retos a los CFOs, quienes tendrán que colaborar de forma coordinada con el resto de la C-Suite para afrontar y superar muchas de las inquietudes que planteará el nuevo escenario global y por supuesto, poder tener más y mejores horas de sueño.