MARCELO EBRARD ES quizá el funcionario más experimentado de éste y uno de los últimos gobiernos. Su carrera ha estado marcada por una serie de altibajos, cambios y momentos de suma dificultad.
Ha pasado de vidas palaciegas a la soledad del autoexilio, para después volver al primer plano de la escena pública. En el camino ha construido amistades de todas las generaciones, pero también se ha hecho de enemigos que quisieran verlo anulado políticamente.
Hoy que sus aspiraciones presidenciales son más serias que nunca, los ataques no han dejado de aumentar. Sin embargo, como los salmones que nadan a contracorriente, el temple de la experiencia parece ser que lo hace resistente a todos los misiles que le han mandado en estos tres años de gobierno.
De la designación de Ebrard como Canciller nos enteramos por un tuit de la cantante Belinda, felicitándolo por su nombramiento tres días antes de que lo diera a conocer Andrés Manuel López Obrador. Pudo ser secretario de Gobernación o de Seguridad. Sin embargo, como secretario de Relaciones Exteriores le ha tocado hacer de eso y más, hasta de Salud, porque le encargaron la compra de las vacunas anticovid.
Marcelo tiene dos cualidades que escasean en la clase política mexicana, y más en la que actualmente gobierna: es inteligente y eficiente. El internacionalista por el Colegio de México brega con un jefe de ideas trasnochadas de las relaciones internacionales, lo que le ha dado oportunidad de brillar por su cuenta.
Ebrard ha podido lanzar tiros de precisión, destacando la demanda contra los fabricantes de armas en Estados Unidos presentada y aceptada por un tribunal civil estadounidense, para molestia de la industria armamentista.
Esta semana el Canciller y el gobierno mexicano fueron designados “personas del año” por la Asociación de Control de Armas (ACA), una ONG a favor del desarme, la némesis de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (ANR). Hay buenas expectativas de que la Corte no deje ir en blanco a los fabricantes de armas.
También ha tenido que aguantar más de una vez la última palabra presidencial. Como cuando un día antes de la quinta toma de posesión de Daniel Ortega, Relaciones Exteriores filtró la cancelación de la participación a la ceremonia de Martín Borrego, director de América del Sur.
Pero al día siguiente, López Obrador desacreditó la decisión y ordenó el envío de un representante, el cual terminó siendo un funcionario de la Embajada en Managua.
Nunca es buen momento para acatar los “caprichos” del Presidente, pero el Servicio Exterior Mexicano siempre se ha visto eclipsado por las cuotas políticas del mandatario en turno. De esa forma, todos los cancilleres terminan nombrando a representantes del gobierno mexicano en el exterior sin el menor mérito. Tragan sapos, como se dice en política.
Basta recordar del sexenio pasado la reapertura del consulado en Barcelona, para enviar al exgobernador veracruzano Fidel Herrera; al extitular de Semarnat, Juan José Guerra Abud, a la embajada en Italia; al excandidato a gobernador por Baja California, Fernando Castro Trenti, a Argentina, o al hoy prófugo Andrés Roemer, al consulado en San Francisco. Y así una larga lista de improvisados en éste, el anterior y todos los sexenios.
Ebrard ha sabido aguantar, interpretar los designios del Presidente y cargar con los costos políticos de las decisiones tomadas en Palacio Nacional.
Al mismo tiempo ha logrado esquivar los ataques que le han lanzado desde la sede del gobierno capitalino, en donde su contrincante, Claudia Sheinbaum, ha usado el aparato judicial capitalino para someterlo a presión por la caída del tramo elevado de la Línea 12 del Metro, evadiendo la responsabilidad que a ella le corresponde por la falta de mantenimiento.
Ebrard sopesa bien el alcance de sus decisiones, como cuando accedió a que por encuesta fuera López Obrador candidato a la Presidencia en 2012 por el PRD. Sabe también que el tabasqueño piensa que no le debe nada, pero que es de los funcionarios a quien acude para resolver crisis de toda índole.
Marcelo es consciente de que es despreciado por los radicales de Morena y que en cualquier momento los “ultras” saldrán a la arena pública para tratar de meterle una zancadilla.
Viejo lobo de mar, una mezcla de pragmatismo y tintes de estadista, el hoy Canciller comenzará a vivir una nueva etapa en su carrera que estará llena de sobresaltos y que pondrá a prueba el carácter adquirido en cuatro décadas de carrera política.
Marcelo no lo dice, pero como Ricardo Monreal, estará en la boleta para Presidente en las elecciones del 2024.

EN LA SEGUNDA semana de marzo Carlos Salazar Lomelín dejará la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial. El ex director de Femsa llegó a esa posición como auténtico caballo negro, tras ser propuesto como “candidato de consenso” por los hombres del dinero hace más de 4 años. En diciembre de 2108 lo regresaron de sus vacaciones, cuando ya disfrutaba de su jubilación del grupo que preside José Antonio Fernández Carvajal, “El Diablo”. Tomó posesión en marzo de 2019 y defendió hasta donde pudo los intereses de los capitanes de empresas, frente a un Andrés Manuel López Obrador que no cambió un gobierno, sino un régimen al que denominó la Cuarta Transformación. ¿Desaparecerá Salazar de la escena política? Contrario a lo que se cree, no necesariamente. Con todo y los desaguisados que tuvo con el Presidente, el egresado del Tec de Monterrey es apreciado por el inquilino de Palacio Nacional. Será una suerte de asesor en temas de negocios y operador, como Alfonso Romo. Salazar podrá pavimentar una carrera política hacia la gubernatura de Nuevo León. Y si Samuel García y su mujer siguen cometiendo excesos y caen de la gracia de los regiomontanos, ya hay un cuadro serio, con todo el respaldo presidencial, para llevar las riendas del estado más importante, económicamente hablando, del país.

EXTRAÑAS SEÑALES de la Fiscalía General de la República. El jueves la dependencia hizo mucha alharaca con un refrito de información que ya se conocía desde hace mes y medio: las órdenes de aprehensión en contra de Víctor Manuel Álvarez Puga, y su esposa, Inés Gómez-Mont Arena. En realidad Alejandro Gertz Manero le está enviando mensajes a algunos actores políticos que podrían verse comprometidos con la información que posee “el Mai” y que a punta de presión a abogados y incriminados quiere sacar. Nos dicen que el torpedo de don Alejandro va directamente al índice de flotación del senador Ricardo Monreal. Por otro lado, nos aclaran que más que haber desplazado del caso de su sobrina a los penalistas Pablo y Felipe Gómez-Mont Landerreche, el abogado litigante Fernando Gómez-Mont Urueta hizo equipo con ellos, sus sobrinos también. Pero él es ahora el que lleva ahora la voz cantante y el fronting con Gertz y su segundo, Juan Ramos.

PORFIRIO MUÑOZ LEDO hizo berrinche porque no apareció en la lista de nombramientos para embajadores y cónsules que se dieron a conocer esta semana. El viejo político ha asegurado que estaba a la espera de hablarlo con Andrés Manuel López Obrador, pero el Presidente ya dijo que no tenía esa información. El caso es que el fundador de la Corriente Democratizadora del PRI, del PRD y de Morena al parecer se está quedando fuera, con todo y el apoyo que para ese fin le dieron tanto la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, como el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez. Quizás no lo sepa, pero ambos simpatizan y están muy cercanos al ex embajador de José López Portillo ante la ONU. Muñoz Ledo reveló que “le ofrecieron” la embajada cubana, pero nunca dijo quién, o quiénes. ¿Habrán sido esos dos connotados miembros del ala dura de Morena y de la 4T? Ya veremos si llega.

LA DEFENSA QUE el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho desde las conferencias mañaneras a su extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, hace pensar a más de uno que su regreso al gobierno federal ya está planchado y que podría darse en las próximas semanas. Al queretano se le ha visto en diversas ocasiones ingresar a la oficina de Bucareli, para tratar con Adán Augusto López temas diferentes a los de su reincorporación, por lo que empieza a especularse que el próximo despacho del también extitular de la Fepade podría estar ahí mismo: en el Palacio de Cobián, como una pieza clave del actual secretario de Gobernación.

LA APREHENSIÓN EN diciembre pasado del ex líder del PRI capitalino, Cuauhtémoc Gutiérrez, no fue precisamente resultado de una gran pesquisa, sino consecuencia de la información que entregaron al gobierno de la CdMx algunos excolaboradores del llamado “Basuritas”. A detalle, el actual presidente del partido a nivel local, Israel Betanzos, y el ex diputado tricolor, Tonatiuh González, se reunieron unos días antes con la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y con su secretario de Gobierno, Martí Batres. Un encuentro en el que los funcionarios ofrecieron inmunidad a los también involucrados en la red de corrupción de Gutiérrez, a cambio de su ubicación.