Colaborador Invitado

Detrás del salario emocional: ¿cuánto invierten las empresas en prácticas amigables con la familia?

Ofrecer horarios flexibles o licencias más largas a madres y padres no solo son derechos, sino que pueden construir empresas que sean más comprometidas con el cuidado de las infancias.

América Ávalos y Sindy González, copresidentas de la Red del Consejo Coordinador Empresarial por la Primera Infancia

En el discurso empresarial contemporáneo, el salario emocional se ha convertido en una bandera de bienestar laboral. Se habla de flexibilidad, reconocimiento, conciliación y desarrollo profesional como parte de una cultura organizacional más humana. Sin embargo, detrás de esta narrativa, surge una pregunta estratégica: ¿cuántas de estas prácticas están realmente orientadas a apoyar a las familias y, por ende, a proteger el futuro de las infancias?

El salario emocional incluye beneficios no monetarios que impactan la satisfacción y el equilibrio entre vida laboral y personal. Pero no todas las prácticas tienen el mismo alcance. Algunas, responden a necesidades individuales (como el desarrollo profesional o el reconocimiento), mientras que otras implican una visión más estructural: la corresponsabilidad familiar y social.

Por ejemplo, ofrecer horarios flexibles o licencias extendidas por maternidad/paternidad no solo mejora el clima laboral, sino que reconfigura el rol de las empresas como agentes de cuidado. Estas prácticas son decisiones que inciden directamente en el bienestar de niñas y niños, en la equidad de género y en la sostenibilidad de los entornos familiares.

La encuesta realizada por UNICEF México Empresas que cuidan: Panorama de las políticas de apoyo a la familia en el sector empresarial mexicano, presentada por la Red CCE por la Primera Infancia y en la que colaboraron la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y empresas adheridas al Pacto Global Red México, responde a una necesidad crítica: medir con precisión qué tan comprometidas están las empresas con el cuidado familiar.

No basta con declarar valores o buenas intenciones. Cuando se cuenta con evidencia y datos se pueden identificar brechas, reconocer avances y diseñar políticas empresariales que trasciendan el marketing emocional para convertirse en compromisos reales con la infancia.

¿Y qué sabemos ahora sobre las empresas?

  • El 70.1% de las empresas encuestadas reporta tener políticas de trabajo remoto parcial o total, y el 72% permite atender responsabilidades familiares inmediatas como citas médicas o eventos escolares.
  • El 65% de las empresas que participaron en el sondeo ya cuenta con salas de lactancia, aunque aún persisten desafíos en la cobertura universal y en la adecuación de estos espacios a distintos perfiles laborales.
  • El 47% ofrece algún tipo de apoyo para el cuidado infantil, ya sea mediante guarderías propias, subsidios o convenios con el IMSS; pero aún el 35% no registra identidades de género diversas en su plantilla, lo que evidencia la necesidad de ampliar la mirada sobre la diversidad familiar y laboral.
  • El 27% de las empresas no sabe cuántos de sus colaboradores son madres, padres o personas cuidadoras, lo que limita su capacidad para diseñar políticas pertinentes y equitativas.

Estos datos visibilizan avances y zonas ciegas que requieren atención urgente. La encuesta no busca señalar, sino abrir rutas hacia estándares éticos compartidos, donde las empresas puedan compararse, aprender entre pares y avanzar hacia una cultura organizacional verdaderamente corresponsable.

Esta encuesta es la primera entrega de un diagnóstico que servirá para construir indicadores comunes, establecer metas progresivas y fortalecer la legitimidad del sector privado como actor clave en la garantía de derechos de la infancia.

Al medir, las empresas no solo rinden cuentas: se posicionan como aliadas en la transformación social, capaces de incidir en la vida cotidiana de miles de familias. Detrás de cada política laboral hay una historia de cuidado, una infancia que se fortalece o se vulnera, y una sociedad que invierte en el presente y transforma el futuro.

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