Alguna vez, Howard Schultz, ex CEO de Starbucks, declaró en una entrevista: “Si la gente cree en lo que construyes, hará cosas extraordinarias”. Lo que el ejecutivo estaba describiendo era la importancia de que las compañías tengan una cultura bien definida. Y por cultura no debemos entender solo la misión, visión y propósito de la empresa: es asegurarte de que cada persona sepa cuál es su razón de ser dentro de la empresa.
Me di cuenta de esto cuando inicié Grupo UPAX hace 10 años. Como emprendedora, me sentí exitosa cuando empezaron a llegar los clientes y los proyectos grandes. Pero un día, un buen amigo me preguntó: ¿y esas personas que trabajan contigo saben cuál es el sentido de levantarse todos los días a trabajar? La pregunta, más que retórica, fue preocupante. Francamente, cuando estás al frente de una empresa mediana o grande, dejas de tener siquiera claro si las personas se presentaron ese día a trabajar.
Entonces me di cuenta de que era necesario invertir en cultura, porque lo que antes funcionaba bien para 10 personas ya no aplicaba del todo para una compañía con ocho unidades de negocio y cerca de mil personas. Desde entonces, nos aseguramos de accionar el modelo cultural todo el tiempo: no solo quiero que vengan a trabajar, quiero que su trabajo abone a vida más allá del sueldo.
Y esto lo demuestran numerosos estudios. Por ejemplo, solo 21% de los empleados en el mundo dice estar comprometido con su trabajo, de acuerdo con estadísticas de Gallup. Quizás esto explique las altísimas tasas de rotación de personal en México, que es del 17% en México, según cifras del INEGI 2025. Un colaborador que se va nos cuesta hasta el doble del salario anual del colaborador, además de que perdemos los aprendizajes de esa persona y un desgaste moral incalculable.
Cuando las organizaciones no cuentan con un modelo cultural o no saben transmitirlo de la mejor manera, las personas que allí trabajan lo harán sin rumbo y con poca o nula motivación. Y, eventualmente, se irán. OCC Mundial reporta que 75% de los trabajadores en México estuvo dispuesto a cambiar de empleo en 2024, mientras que LinkedIn señala que 94% permanecería más tiempo donde se invierte en su desarrollo. La conclusión es más o menos la misma: el talento no solo busca salario, busca cultura.
Como líder de una organización, eres responsable de la motivación de los colaboradores de forma directa. No es solo darles prestaciones laborales: es entender que cada uno tiene necesidades diferentes, rutinas particulares y formas de trabajar distinto.
Tu visión de empresa, por lo tanto, deja de ser la tuya para convertirse en la de los demás. Los líderes trabajamos para las personas, no al revés. Puede sonar a discurso inspirador, pero en realidad es un cambio de paradigma urgente en las organizaciones.
¿Qué hacer, entonces? Si eres líder de una compañía o estás a cargo del área de cultura, mi consejo es que empieces con un diagnóstico honesto: cuál es el verdadero ambiente de trabajo y cuál es el termómetro real de cada equipo. Después, define un propósito claro y convierte los valores en comportamientos, es decir, en acciones que todas las personas deben realizar permanentemente. Y por último, alinea tus procesos: reclutamiento, onboarding, evaluación, reconocimiento. En una buena cultura laboral, no hay lugar para los cabos sueltos.
De forma transversal, debes capacitar a las cabezas de cada área para que hagan valer estos principios: ellos son las esfinges que van a custodiar la cultura. Y claro, mide siempre tus resultados y ajusta lo que no funciona.
Una empresa sin cultura es un barco sin timón: puede avanzar, pero de forma azarosa. Con cultura, en cambio, la energía se alinea, los equipos se quedan y los clientes confían.
Durante años creímos que las empresas son las que eligen a las personas. Hoy está demostrado que es al revés: las personas eligen a las empresas. Este es el ángulo desde el que las corporaciones debemos mirar nuestra plantilla, porque cuando cuidas al talento, el talento te cuidará a ti. Y eso, al final del día, se verá en los resultados financieros de cualquier negocio.
*Ceci Fallabrino es CEO de Grupo UPAX, holding con ocho unidades de negocio enfocadas en marketing, investigación de mercados y soluciones tecnológicas. La compañía nació en 2015 y ha estado en listados como Great Places To Work y Par Equals por su cultura laboral incluyente.
