La idea de la paciencia como una virtud ha sido discutida a lo largo de la historia por pensadores como Aristóteles y San Agustín, desde múltiples perspectivas. Su etimología proviene del latín pati, que significa sufrir o soportar: la capacidad de resistir sin dejarse dominar por el mal ni por la adversidad. Podrá parecer una mezcla extraña entre lo filosófico y lo mundano, pero es precisamente ese concepto de paciencia el que sustenta la lógica de inversión de las Afores, y que en 2025 ha continuado dando resultados positivos en beneficio de millones de trabajadores.
Un breve resumen de los principales sucesos económicos del año haría dudar a cualquiera sobre la posibilidad de generar rendimientos récord. 2025 se caracteriza por una marcada incertidumbre económica global: conflictos armados en curso, amenaza de nuevos aranceles desde Estados Unidos y reformas en México afectaron la confianza de los inversionistas. Las Afores no fueron ajenas a esta volatilidad, al registrar en mayo minusvalías cercanas a los 200 mil millones de pesos, las más profundas en lo que va del año. Episodios similares de menor magnitud se repitieron en otros meses y generaron pérdidas temporales por más de 300 mil millones de pesos en distintos momentos del año.
Sin embargo, una gestión disciplinada permitió capturar el repunte en los mercados, no sólo recuperando las minusvalías, sino generando plusvalías históricas. Esta tendencia comenzó en junio, cuando la baja en las tasas de interés de referencia en México impulsó el valor de los instrumentos de renta fija. Así, las Afores acumularon plusvalías significativas que al cierre de julio superaron los 600 mil millones de pesos, un resultado positivo histórico.
Los mayores rendimientos tienen un impacto directo y tangible en la vida de los trabajadores: cada punto adicional en la rentabilidad de las cuentas individuales puede traducirse en miles de pesos extra al momento del retiro. Esto resulta en una mayor estabilidad financiera en la vejez, algo que cobra cada vez más importancia ante la creciente longevidad de la población mexicana. Las plusvalías no son sólo un dato contable anecdótico: representan bienestar presente y futuro para millones de trabajadores, al mismo tiempo que fortalecen al sistema financiero mexicano al canalizar recursos hacia proyectos productivos. En un entorno donde la inversión de largo plazo no abunda, el ahorro para el retiro se convierte en un motor de crecimiento y desarrollo para el país.
Clave en esta capacidad de generar retornos en entornos desafiantes es la visión de largo plazo. La paciencia referida inicialmente no es simplemente esperar tácticamente un “rebote” de los mercados: es toda una estrategia que busca distinguir los choques coyunturales, de naturaleza temporal, de los cambios estructurales, con cambios permanentes. Ello incluye una adecuada diversificación, acorde a la edad de los trabajadores, que disminuye los riesgos, pero también el acceso a instrumentos alternativos, discutidos en la entrega anterior, que buscan mayores retornos.
Ahora bien, el concientizar de la naturaleza temporal de las minusvalías es también una tarea esencial. La solidez del modelo queda de manifiesto al observar que, al menos desde finales de 2019, el indicador de rendimiento neto, un promedio ponderado de los rendimientos observados en los últimos 10, cinco y tres años, se mantuvieron en terreno positivo, todos los meses, para todas las Afores, y en todos los grupos de edad. Dicho de otra forma, a pesar de los muy fuertes retrocesos de los mercados, como en 2020 al inicio de la pandemia, los ahorros de los trabajadores no sufrieron pérdidas en el agregado.
Los resultados de 2025 son alentadores, demuestran que aun en escenarios adversos, la combinación de paciencia, disciplina y visión estratégica permite alcanzar resultados históricos. Hacia delante, uno de los principales retos del sistema de pensiones mexicano será mantener el manejo responsable de los recursos. Esto será clave para conservar y aumentar la confianza de los trabajadores, lo que a su vez es esencial para fomentar el ahorro voluntario, algo cada vez más relevante en el contexto mexicano.
