Colaborador Invitado

El plástico: ¿enemigo o aliado ignorado?

En México, esta industria cuenta con cerca de 7 mil empresas y tiene presencia en más del 85% de los sectores productivos.

Hablar de plástico es casi siempre hablar de polémica. A pesar de ser un material indispensable en la vida cotidiana por su versatilidad, al moldearse en casi cualquier forma; su ligereza y menor impacto ambiental, ante el vidrio o metal; su durabilidad; bajo costo; así como en higiene y seguridad, por ejemplo, en el sector salud con jeringas y bolsas de suero; o en empaques que garantizan la conservación de alimentos, parece quedar en segundo plano frente a su estigmatización.

En México, esta industria cuenta con cerca de siete mil empresas y tiene presencia en más del 85 por ciento de los sectores productivos entre éstos de energía, construcción, agricultura, automotriz, envase y embalaje, por mencionar algunos. Su consumo ronda los siete millones de toneladas al año y, aun así, se enfrenta a un creciente cerco regulatorio que, en lugar de resolver el problema de raíz, lo ha simplificado a prohibiciones que poco atienden el fondo del asunto.

La realidad es que el plástico no llega por sí solo a ríos, mares o vertederos. Detrás de esa imagen de contaminación está la falta de educación ambiental y de hábitos de consumo responsables. Nos hace falta aprender a reutilizar, extender la vida útil de los productos y, sobre todo, separar correctamente los residuos.

Identificar los distintos tipos de plástico es un paso básico para incorporarlos a cadenas de reciclaje que, en esencia, busca recuperar valor y reintegrarlo a la economía. Es importante comprender que las materias primas secundarias forman parte de una cadena productiva de valor, una muestra clara del compromiso de la industria con el medio ambiente.

Este compromiso no puede recaer únicamente en la industria, como consumidores generamos más de un kilo de residuos orgánicos inorgánicos al día; eso se traduce en más de 42 millones de toneladas al año. De ahí la urgencia de un esfuerzo conjunto con sociedad y gobierno.

Aprendamos de las experiencias y los resultados que nos han dejado las decisiones del pasado, y entendamos, que estigmatizar este noble material, solo ha traído afectaciones y muchas veces nos ha segregado injustamente de la toma de decisiones.

El sector del plástico representa el 3.1 por ciento del PIB manufacturero y trabaja en la transición hacia un modelo más sostenible y circular, con un enfoque en la producción y consumo responsable, la optimización del uso de agua y energía, y el desarrollo de plásticos rediseñados para favorecer la reutilización y reducir residuos.

Asimismo, se suma para contribuir tanto en materia económica y ambiental al mantener un compromiso con el Plan México 2030, presentado a inicios de año por la presidenta Claudia Sheinbaum, para fortalecer la economía nacional y posicionarse entre las 10 primeras.

Sin duda, este Plan es una oportunidad de potenciar el crecimiento, el fortalecimiento del mercado interno y el desarrollo de nuestro país bajo un marco de sustentabilidad y respeto al medio ambiente.

También vale la pena recordar que, el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México, firmado en el Senado de la República en 2019 por empresas líderes del sector, las cuales, representan el 51 por ciento del mercado nacional de envases y empaques plásticos, es un compromiso voluntario por parte de la industria ante las autoridades.

Estos avances nos motivan y nos permiten también reconocer que aún hay mucho por andar, que podemos plantearnos metas cada vez más ambiciosas y que debemos seguir trabajando en unión tanto industria, sociedad y gobierno. Estigmatizar al material no solo es injusto, también resulta improductivo.

Benjamín del Arco

Benjamín del Arco

Presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC)

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