Colaborador Invitado

¿Cómo deben enfrentar las empresas riesgos cada vez más interconectados?

Las empresas necesitan equilibrar la adopción de nuevas tecnologías con sólidas estrategias de gestión de riesgos para aprovechar los avances tecnológicos eficazmente.

Nuestro primer Informe de Tendencias de Cliente, lanzado el año pasado, identificó cuatro grandes “megatendencias” o profundas transiciones que se desarrollan a la hora de tomar decisiones empresariales de todo orden: comercio, tecnología, clima y fuerza laboral. La entrega 2025 de este informe confirma lo que ya veníamos observando: estas tendencias dominan la agenda pública y están cada vez más interconectadas, lo que las vuelve más complejas.

La integración de la IA en los recursos humanos es crucial, ya que está modificando de manera drástica los puestos de trabajo y las competencias requeridas en todos los sectores. El 39 por ciento de las habilidades de los trabajadores actuales se transformarán o quedarán obsoletas entre 2025 y 2030 a partir de la introducción de la IA, según el Informe sobre el futuro del empleo 2025 del Foro Económico Mundial. Asimismo, esta tecnología llegó incluso a los procesos de selección, captación y fidelización de talentos. Mientras las empresas trabajan para adaptarse y capitalizar este nuevo escenario, deben asegurarse de que su fuerza laboral cuente con las habilidades técnicas necesarias para incorporarse a este proceso.

La fuerza laboral también está siendo seriamente afectada por el clima. La creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos plantea riesgos significativos para la salud y la productividad de los trabajadores. La preparación proactiva ante desastres y la planificación de la continuidad son cruciales para mitigar estos impactos y garantizar el apoyo a los empleados durante y después de las catástrofes. Una cifra que expone esta situación es que el 2.2 por ciento del total de horas de trabajo a nivel mundial se perderá debido a las altas temperaturas, una caída de productividad equivalente a 80 millones de empleos de tiempo completo, según la Organización Internacional del Trabajo.

En otra interconexión también sustancial, la volatilidad climática altera las rutas comerciales globales, impactando la confiabilidad de la cadena de suministro y la estabilidad financiera. En 2024 se registraron a nivel global pérdidas económicas por 368 mil millones de dólares a raíz de desastres naturales, de los cuales el 60 por ciento no estaban asegurados, de acuerdo con el 2025 Climate and Catastrophe Report, elaborado por Aon. De esta forma, el comercio se vuelve cada vez más complejo, puesto que se enfrenta a otros aspectos como la inestabilidad geopolítica, la inflación y la fluctuación monetaria, entre otros.

Integrar las evaluaciones del riesgo climático en la planificación estratégica ya no es una opción, es una herramienta fundamental para desarrollar cadenas de suministro diversificadas y tomar decisiones certeras en la administración de los recursos humanos.

Por último, los avances tecnológicos están transformando el comercio global, ya que alcanzaron un récord de 33 billones de dólares en 2024, con un crecimiento del 3.7 por ciento, a partir de cifras brindadas por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Las innovaciones impulsadas por la IA mejoran la eficiencia, servicios y operaciones comerciales; se calcula que podrían impulsar el intercambio global en aproximadamente 14 puntos porcentuales para 2040, a partir de datos de la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, también introducen amenazas de ciberseguridad y desafíos regulatorios.

Las empresas necesitan equilibrar la adopción de nuevas tecnologías con sólidas estrategias de gestión de riesgos para aprovechar estos avances eficazmente. De acuerdo con la Encuesta Global de Gestión de Riesgos de Aon, los ciberataques y la filtración de datos son el segundo riesgo comercial más frecuente para las organizaciones en México y a corto plazo se vislumbra como la principal preocupación para los negocios locales.

Este panorama refleja un presente en el que los desafíos empresariales consisten en comprender las interacciones, abordar la complejidad y capturar oportunidades. La mejor estrategia para navegar en la evolución de estas megatendencias es contar con el asesoramiento experimentado y conocimiento basado en datos sobre riesgos y capital humano, lo que constituye un apoyo estratégico para tomar decisiones informadas y alcanzar los objetivos delineados.

Alejandro Galizia

Alejandro Galizia

CEO de Aon para Latinoamérica

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