La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se realiza del 1 al 7 de agosto, lleva como lema este año “Prioricemos la lactancia materna: construir sistemas de apoyo sostenibles”, frase que transmite un mensaje claro y poderoso sobre la importancia de fomentar y apoyar la lactancia materna, no solo a nivel individual, sino de todos los sectores.
Para el sector empresarial, respaldar la lactancia materna es más allá de un acto de responsabilidad social, una oportunidad real de generar bienestar y productividad.
De acuerdo con una investigación de la UNICEF del año pasado, cada dólar invertido en apoyar la lactancia genera retornos de hasta 35 dólares en beneficios sociales y de salud. Para las empresas, esto se traduce en menor ausentismo, mayor productividad y menores costos asociados a atención médica infantil y maternal. Para las madres y sus bebés, tiene beneficios en su salud física, emocional y mental, fortalece el vínculo afectivo entre madre e hijo y contribuye significativamente en el desarrollo integral de los bebés.
En países como el nuestro, donde se estima que un tercio (34.2 %) de los lactantes recibe lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021-2023), las brechas frente a la meta global del 70 % para 2030 representan pérdidas evitables.
Los costos asociados a la lactancia insuficiente son económicos, sociales y de salud.
La buena noticia es que el panorama está cambiando. Cada vez más las empresas dimensionan la relevancia que tiene la lactancia materna, no solo para los bebés, y para muestra, el estudio “Prácticas favorables a la familia y la primera infancia en el sector privado en México”, desarrollado por Fundación FEMSA y la Corporación Financiera Internacional (IFC), donde constatamos que hay un cambio en la cultura organizacional desde un enfoque familiar.
Por citar un ejemplo consignado en este estudio, Viva Aerobus ofrece un modelo integral de apoyo a la lactancia que supera lo que exige la ley, logrando retener al 96% de sus colaboradoras tras su licencia de maternidad.
El enfoque de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025 en la construcción de sistemas sostenibles requiere que como sociedad construyamos estructuras duraderas y efectivas que apoyen a las madres en su decisión de amamantar.
Para empresas impulsadas por criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), apoyar lactancia es una inversión de amplio retorno. Por cada incremento en lactancia exclusiva que se logra, las empresas recortan gastos futuros y construyen una reputación corporativa de responsabilidad social tangible.
Priorizar la lactancia en 2025 no debe ser visto como un costo, sino como una estrategia empresarial en la que todos ganan: las madres, los bebés, las empresas y la sociedad en su conjunto. Para México, cerrar las brechas actuales y alcanzar las metas propuestas requiere de la colaboración de todos los sectores, entre ellos el sector empresarial: una licencia ampliada, lactarios adecuados y programas de educación y apoyo en el trabajo pueden transformar la salud y el bienestar de la fuerza laboral, mitigar impactos económicos y afianzar la competitividad.
En un mundo donde la sostenibilidad y la responsabilidad social son cada vez más demandadas y necesarias, promover sistemas de apoyo cristaliza un compromiso real con el bienestar presente y futuro.
La autora es Gerente de Primera Infancia de Fundación FEMSA, integrante de la Red CCE por la Primera Infancia.