La gastronomía mexicana siempre ha sido mucho más que comida. Es un reflejo vivo de nuestra identidad, cultura, tradiciones y memoria colectiva. No es casualidad que en 2010 la UNESCO la haya nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, subrayando la importancia de esta herencia que nos conecta y nos define.
Hoy, en plena era digital, este legado no solo se preserva, sino que también se transforma y se adapta a nuevos escenarios. Las plataformas de entrega a domicilio se han convertido en un escaparate culinario, ofreciendo una amplia gama de beneficios para todo el ecosistema que lo compone, desde restauranteros y repartidores hasta los consumidores.
En este escaparate digital, la diversidad gastronómica de nuestro país –desde las cemitas poblanas, hasta las tlayudas de Oaxaca– han sido un catalizador para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas. Este crecimiento, de la mano de plataformas de delivery, permite a este tipo de negocios acercarse a un rango de clientes mucho más amplio.
El delivery como aliado de las Pymes
Las Pymes han encontrado en este tipo de plataformas a sus aliados ideales para crecer y prosperar, prueba de ello es que representan el 60 por ciento de los más de 70 mil restaurantes registrados en DiDi Food, una red tan grande como tener un pequeño restaurante en cada calle de la Ciudad de México... y nos faltarían calles.
Entre 2023 y 2024, los pedidos a Pymes en la aplicación crecieron más del 26 por ciento, y específicamente a negocios de comida mexicana aumentaron más de 11 por ciento. Estos datos reflejan no solo más transacciones, sino una preferencia creciente para apoyar lo local sin renunciar a la calidad y autenticidad. Parte de este éxito se debe a la accesibilidad: cerca de 12 mil Pymes ofrecen platillos por menos de 100 pesos, acercando la gastronomía tradicional a más hogares y apoyando el crecimiento de estos negocios.
Hoy, gracias a la tecnología, ya no es necesario viajar cientos de kilómetros para probar una cochinita pibil auténtica o unos tacos de barbacoa estilo Hidalgo. Ahora, con unos cuantos clics, es posible recibir en casa una receta con décadas de historia. Esta inmediatez impulsa negocios familiares, y moderniza las cocinas tradicionales.
Preservar la tradición en la era digital
Para el ecosistema gastronómico mexicano, el desafío ya no radica en incorporarse al ámbito digital, sino en la permanencia dentro de este con una identidad propia y cercana a los comensales. En este sentido, la tecnología debe funcionar como un aliado estratégico. Es importante que las plataformas continúen desarrollando herramientas pensadas en cubrir necesidades para los pequeños negocios, abarcando desde la logística y la analítica, sin dejar de lado la promoción personalizada y la capacitación continua.
Sabemos que preservar los sabores de México también implica innovación. Permitir que una tlayuda oaxaqueña sea tan accesible como una hamburguesa de una cadena transnacional representa un paso fundamental hacia una economía más diversa y representativa de la riqueza cultural de nuestro país. Considero que, al promover la comida tradicional, se preservan tradiciones milenarias y se crean oportunidades económicas.
La tradición no está peleada con el futuro; la cocina mexicana ha demostrado que siempre sabe evolucionar sin perder su esencia. Hoy, preservar los sabores de nuestra tierra también es apostar por la innovación, el acceso equitativo y las decisiones conscientes. Porque al elegir qué comemos, también elegimos el México que queremos construir.