En México, 8 de cada 10 empresas enfrentan riesgo de impago por parte de sus clientes. Esta realidad, común en buena parte de Latinoamérica, refleja un reto persistente: vender a crédito impulsa el crecimiento, pero también incrementa la exposición al riesgo.
En un entorno económico volátil, el impago puede amenazar directamente la liquidez y continuidad de una empresa, por lo que proteger las cuentas por cobrar se alza como una estrategia esencial.
Y precisamente aquí es donde entra en juego el seguro de crédito, una herramienta financiera aún poco explorada con enorme potencial para fortalecer la resiliencia empresarial.
El seguro de crédito no solo indemniza cuando un cliente no cumple su obligación de pago. También brinda a las empresas capacidad de análisis para evaluar la solvencia de sus clientes actuales y prospectos, establecer límites de crédito prudentes y tomar decisiones basadas en información sólida.
Las cuentas por cobrar pueden representar hasta el 40 por ciento de los activos de una empresa, y proteger ese porcentaje es proteger la columna vertebral del negocio.
Además, este seguro incluye servicios de recuperación de sus cuentas por cobrar, tanto nacionales como internacionales, que permiten a las compañías enfocarse en operar, sin desviar recursos a la gestión de cobranza.
En 2022, el 62.7 por ciento de las empresas mexicanas utilizaron el crédito a proveedores como método de pago, de acuerdo con el Banco de México. Este recurso puede ser una palanca para crecer, pero también un riesgo si los pagos se retrasan o no se cumplen.
En América Latina, la morosidad promedio oscila entre 30 y 90 días, de acuerdo con Allianz Trade. Un escenario que obliga a actuar con mayor previsión.
Asegurar cuentas por cobrar también puede fortalecer el acceso al financiamiento, ya que estos activos asegurados son vistos como una garantía sólida por parte de las instituciones bancarias. Además, el seguro funciona como una barrera ante crisis sectoriales, políticas o económicas, ayudando a preservar el equilibrio financiero incluso en momentos inciertos.
Hoy, muchas empresas ya han integrado esta herramienta a su modelo operativo. De hecho, 4 de cada 10 clientes de seguros de crédito en México también la utilizan para proteger sus exportaciones.
Asegurar las cuentas por cobrar no es solo una medida preventiva, en un entorno donde la liquidez es clave, es asegurar la continuidad y la visión a largo plazo de cualquier organización.