Colaborador Invitado

Por salud, haz del sueño una prioridad

En una sociedad que premia el agotamiento y glorifica las jornadas interminables, dormir poco se ha convertido en una especie de medalla de honor.

Este viernes 14 de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, una fecha que busca generar conciencia sobre la importancia de priorizar el descanso como un pilar esencial para la salud física, mental y emocional. Bajo el lema “¡Haz del sueño una prioridad!”, esta iniciativa mundial nos invita a repensar nuestros hábitos de descanso y a valorar el impacto que tiene una buena noche de sueño en nuestra calidad de vida.

En una sociedad que premia el agotamiento y glorifica las jornadas interminables, dormir poco se ha convertido en una especie de medalla de honor. Se admira a quienes sacrifican horas de descanso por cumplir con las exigencias laborales, académicas o sociales, mientras que dormir más de lo “normal” suele ser asociado con flojera o desorganización.

Pero… ¿cuál es el verdadero costo de vivir privados de sueño?

La ciencia lo ha demostrado una y otra vez: la falta crónica de sueño deteriora el sistema inmunológico, afecta la concentración, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, ansiedad, depresión e incluso acelera el envejecimiento cerebral. Dormir mal no es sinónimo de productividad, es una bomba de tiempo para la salud.

En esta sociedad tan exigente en cuanto a desempeño laboral, logros académicos, crecimiento económico, etc., la salud mental ha sido una de las más afectadas. Ante esto, es importante conocer cómo el sueño puede ser un aliado para mejorar este aspecto de nuestra salud.

Desde hace muchos años se ha descrito la relación entre el sueño y el estado de ánimo. Sabemos que los pacientes con depresión que además cursan con insomnio tienen mayor riesgo a recaídas, síntomas más severos del estado de ánimo e incluso mayor riesgo al suicidio. Además, presentar insomnio en este grupo de pacientes predice una baja respuesta al tratamiento para depresión.

En los pacientes con depresión e intento de suicidio, se ha observado una mayor discrepancia entre las horas de sueño entre semana y fines de semana, un claro marcador de restricción de sueño. En este sentido, varios autores han descrito la relación entre sueño insuficiente y aumento del riesgo de suicidio.

Finalmente, algunos trabajos han demostrado que mejorar el sueño en estos pacientes, impacta positivamente en los síntomas de depresión, remisión del episodio y disminución del riesgo de recaídas.

Por otro lado, diversas investigaciones a nivel internacional han demostrado que las personas con trastornos del sueño son más propensas a desarrollar trastorno por estrés postraumático (TEPT) tras vivir una experiencia traumática que amenaza su integridad física. En contraste, quienes gozan de un sueño saludable parecen tener una mayor capacidad de resiliencia ante eventos similares, lo que sugiere que el sueño cumple un rol protector clave frente a ciertos padecimientos mentales.

Este efecto protector del buen descanso también se ha observado en adolescentes, una población particularmente vulnerable a desarrollar trastornos del estado de ánimo, ansiedad o conductas de riesgo como el consumo de sustancias. Estudios recientes revelan que los adolescentes que duermen bien no solo presentan menos conductas impulsivas y menos consumo de drogas o alcohol, sino que también muestran una mejor regulación emocional, mayor capacidad de toma de decisiones y menor involucramiento en peleas o situaciones peligrosas.

Con todo esto podemos concluir que dormir el tiempo suficiente y con buena calidad, ayudará a mejorar nuestra salud mental.

Este Día Mundial del Sueño es una oportunidad para cuestionar esos mitos sociales y comenzar a ver al sueño como lo que realmente es: una necesidad biológica, tan importante como alimentarse o respirar.

Te invito a dedicarle el tiempo y el espacio ideal a tu sueño; duerme con ropa cómoda, apaga tus dispositivos electrónicos una hora antes de ir a la cama, trata de mantener una temperatura templada, haz de esta prioridad una oportunidad de consentir diario a tu cuerpo y mente.

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