Colaborador Invitado

Hacer la tarea

Es menester convocar a nuestro gobierno a comenzar por hacer la tarea en casa: trabajar por la unidad de la República, defender el prestigio de nuestras instituciones, con independencia de filias y fobias de agenda política de corto plazo.

Queda claro que la agenda del presidente de los Estados Unidos de América le indica un día decir y hacer una cosa y al otro día poder desdecirse y hacer una diferente.

Ese que parecería en principio el problema del presidente norteamericano y sus gobernados afecta al resto del mundo dada la importancia y la prevalencia que mantiene aún la economía norteamericana y su poder de mando.

En este orden de ideas, bien haríamos del lado sur de la frontera en poner menos atención a los dimes y diretes del presidente norteamericano y su equipo de trabajo y enfocarnos a las necesidades propias de nuestro país.

Queda claro que la interdependencia de la región norteamericana no será una fácil de disolver en un periodo de cuatro años al tratarse de un bloque que comercialmente representa ni más ni menos un tercio del PIB global y un intercambio anual de casi dos billones de dólares (3.6 millones de dólares por minuto).

En este orden de ideas cabe la reflexión acerca de la conveniencia de alejarnos del ruido político y enfocarnos a atender las necesidades, que son muchas, en nuestro país. Adolecemos de satisfactores eficientes en incontables rubros, destacando en materia de salud, educación y por supuesto, seguridad.

Es menester asimismo convocar a nuestro gobierno, encabezado por la Dra. Sheinbaum, a comenzar por hacer la tarea en casa, trabajando verdaderamente por la unidad de la República, en la que los tres poderes desempeñen su papel de manera honrosa, defendiendo el prestigio de nuestras instituciones, por todos los mexicanos, con independencia de filias y fobias de agenda política de corto plazo.

Desde el sector privado debemos abonar asimismo a mejorar las condiciones en las que se desarrollan las actividades empresariales de nuestro país, abogando por el Estado de derecho, el respeto a la legalidad, el respeto a las personas y el cuidado del medio ambiente.

El Estado de derecho es benéfico para las personas y un requisito esencial para atraer inversiones de calidad y de largo plazo. La ausencia del Estado de derecho perjudica a todos por igual, incluyendo aquellos que se empeñan en erosionarlo.

El Estado de derecho es, asimismo, pieza fundamental para el funcionamiento de una sociedad democrática y justa en la que todas y todos, incluidos los gobernantes, están sujetos al cumplimiento de la ley.

Resulta esencial garantizar que los derechos y libertades de los ciudadanos (civiles, políticos y económicos) estén debidamente protegidos.

La claridad en las reglas del juego proporciona un marco estable en el que los ciudadanos y las empresas pueden operar. Esto resulta crucial para la inversión, el desarrollo económico y la cohesión social. Cuando las reglas son claras y se aplican de manera consistente, se genera confianza en las instituciones.

La claridad en las reglas del juego constituye un pilar esencial en una sociedad que aspira a ser justa, equitativa y próspera.

Es mucho lo que hay que hacer y son muchos los retos, externos, pero también internos, y es poco el tiempo para corregir el rumbo y los errores que se han cometido en el pasado. Pero es mucha también la esperanza de contar con un mejor país y un mejor mañana y somos muchos quienes podemos hacer la tarea y predicar con el ejemplo.

Desde la empresa puede y debe hacerse país a partir de mejores prácticas corporativas y de una nueva visión en materia medioambiental, social y de gobernanza (ASG) que procuren dignificar a la persona y cuidar al planeta, utilizando de forma responsable los recursos del presente para generar valor y generar riqueza, pero cuidando los recursos que en el futuro utilizarán las próximas generaciones.

La realidad obliga más que nunca a generar espacios de diálogo y de colaboración entre los sectores público y privado.

Es necesario trabajar de la mano hoy más que nunca, y abonar por despolitizar el ambiente y el clima de animadversión que se ha generado en los últimos años.

Al final del día, todas y todos somos mexicanas y mexicanos con más aspiraciones, sueños y anhelos en común que diferencias.

Es posible hacerlo. Busquemos espacios de diálogo entre pares improbables.

Hagamos la tarea, cada uno desde nuestro entorno.

Juan Carlos Machorro

Juan Carlos Machorro

Líder de la práctica transaccional de Santamarina y Steta

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