Colaborador Invitado

Primer balance en salud del gobierno de Claudia Sheinbaum

Uno de los puntos clave en los 100 pasos para la transformación reforzar a la Secretaría de Salud para actuar como verdadero rector de la salud pública.

Los primeros 100 días de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum han dejado claro el desafío al que se enfrenta la política sanitaria de nuestro país. Con un amplio respaldo popular que supera el 75 por ciento, la mandataria se presenta con un bono de apoyo considerable, pero también con la presión ineludible de cumplir sus promesas de salud establecidas en los “100 puntos de la transformación”.

El primer balance en salud de este periodo incluye el retomar la rectoría de la salud pública, ampliar la cobertura, promover programas preventivos y mejorar el abasto de medicamentos. Sin embargo, las tensiones presupuestales, la burocracia, la compleja coordinación institucional y la curva de aprendizaje de los nuevos funcionarios del sector muestran que los cambios no serán inmediatos.

Al inicio de su gobierno, la presidenta prometió reorganizar a su equipo para encaminar mejor el proyecto: “Vamos a hacer un cambio muy importante a partir de enero algunos compañeros y compañeras que entran a un puesto después irán a otro”. Cumplir esta promesa será clave para afianzar su liderazgo reafirmado el pasado 12 de enero. El discurso de los avances en sus primeros 100 días ya fue expresado; las acciones concretas en los cambios de su equipo de colaboradores tendrán que verse en las próximas semanas.

Uno de los puntos clave en los 100 pasos para la transformación (fue) reforzar a la Secretaría de Salud para actuar como verdadero rector de la salud pública. En este sentido, se ha observado un cambio en la forma presencial y discursiva del Secretario de Salud, quien busca recuperar la rectoría que, de facto, había asumido otra de las instituciones del sector salud.

La participación del Dr. David Kershenobich en los foros para el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2024-2030 adquiere relevancia en la recuperación de esta rectoría. Este ajuste en los primeros 100 días parece positivo.

Por lo que respecta a la ampliación de la cobertura, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el fortalecimiento del IMSS, el ISSSTE y el IMSS Bienestar. En este sentido se inauguraron varios hospitales y otros más se pondrán en operación en el 2025, además de la recuperación de 4 hospitales que estaban en Asociación Público-Privada. El incremento en la infraestructura hospitalaria es sin duda importante, pero aun así la demanda supera por mucho la oferta hospitalaria; por lo que la saturación de los servicios y las largas filas de espera no se resolverán en el corto o mediano plazo.

El “programa casa por casa” es la apuesta “preventiva” de este sexenio. El programa deberá iniciar en febrero; sin embargo, su mayor reto estará en la logística de operación y la contratación del personal para su correcto funcionamiento. Este programa, aunque significa un avance en acercar servicios preventivos, mediante personal de salud a los adultos mayores y personas con discapacidad, queda muy corto ante un verdadero programa preventivo con participación comunitaria real y efectiva.

Por lo que toca al abasto de medicamentos, la presidenta anunció el nuevo esquema de contratación mediante una plataforma digital, el cual ha logrado un ahorro de 23 mil millones de pesos. Empero, no mencionó las dificultades y retrasos que ha tenido la licitación de la “megacompra” de medicamentos, que, junto con un adeudo de 11 mil millones de pesos, a decir de Rafael Gual, director general de Canifarma, pone en riesgo el abasto de medicamentos para los próximos meses e incluso algunos proveedores aseguran que ha sido la compra consolidada más irregular de los últimos 12 años.

Por otra parte, la disminución del 18% en la mortalidad materna, atribuida en buena medida a la partería tradicional, apenas se menciona en los discursos oficiales. Este logro merece visibilidad y refuerza el llamado a integrar a las parteras tradicionales a la estrategia de salud, sobre todo en zonas indígenas.

Una omisión de los primeros 100 días fue el tema presupuestal. En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, la Secretaría de Salud y los Institutos Nacionales de Salud tuvieron ajustes presupuestales a la baja, lo que podría dificultar el fortalecimiento de la rectoría y afectar la operación de instituciones clave para la atención especializada.

Además, el Programa IMSS Bienestar (distinto del OPD IMSS-Bienestar) quedó sin recursos específicos para 2025, empujando al IMSS ordinario a emplear sus reservas por tres meses para sostener 82 hospitales y 4,000 unidades médicas y sus más de 30 mil trabajadores que atienden a 11 millones de población vulnerable.

Estos primeros 100 días, marcados por una alta aprobación ciudadana, podrían delinear un cambio de fondo y marcar a este gobierno como el artífice de una transformación real en el sistema de salud en México; ojalá y así sea. De lo contrario, todo podría quedarse en otra promesa más que no llegó a concretarse.

Juan Manuel Lira

Juan Manuel Lira

Médico especialista y analista en salud

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