Colaborador Invitado

La gran ‘fiesta democrática’: todos por el poder y el dinero

Estamos muy distantes de llegar a una verdadera democracia, en la que la voz de la ciudadanía se escuche, se respete y se obedezca.

Hace unas semanas fuimos testigos de una muestra de la política que se da tras bastidores y que nos deja más que claro que a los políticos lo que menos les interesa es la ciudadanía.

Conocimos los acuerdos truculentos entre el PRI y el PAN en Coahuila. En el documento que se ventiló en redes sociales nos dimos cuenta de que los partidos pactaron repartirse 5 distritos electorales, 3 secretarías, direcciones de escuelas y universidades, 6 notarías y hasta la ratificación de un magistrado.

Lamentablemente, esta es una práctica que se lleva a cabo desde siempre en la historia del país y de la cual abundan muchos otros ejemplos.

Lo triste aquí es que, como siempre, los ciudadanos nos quedamos mirando ese lastimero espectáculo sin una posibilidad real de incidir en las decisiones que los partidos toman a puerta cerrada, en negociaciones entre cúpulas políticas que solamente se acuerdan de nosotros cuando hay elecciones.

Este año es uno de esos. Con más de 52 millones de spots, mensajes publicitarios y una cantidad absurda de dinero tirado a la basura, los políticos y los partidos tratarán de cautivarnos para que les demos nuestro voto a cambio de promesas que nunca se cumplen, a cambio de ofertas vacías.

En junio próximo, 97 millones 539 mil 56 mexicanos y mexicanas registrados en la lista nominal de electores podrán votar por 20 mil 367 personas que buscan algún cargo de elección popular, desde la Presidencia hasta regidurías.

Y aunque las autoridades del INE prevén una participación ciudadana superior al 60 por ciento —que aun así está muy lejos del 76 por ciento que se registró en las elecciones que le dieron el triunfo a Javier Milei en Argentina—, la cifra puede ser menor, sobre todo cuando la ciudadanía encuentra inútil salir a votar si a fin de cuentas los políticos harán lo que se les antoje. ¿De qué nos sirve votar si al final todo lo van a decidir entre ellos y para ellos?

En otras palabras, de los casi 130 millones de mexicanos que hay en el país, apenas el 0.02 por ciento ocupará algún cargo para supuestamente representarnos, pero la realidad es que la mayoría de esas personas, como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, están por los cargos y no por los encargos.

Saben bien que al llegar al poder se les abren las puertas de la impunidad y se les entregan las llaves de las arcas de la hacienda pública, de recursos que pueden ir desde una caja fuerte más pequeña hasta la bóveda del banco central.

Aunque tengamos un país con elecciones libres y comicios de manera periódica, estamos muy distantes de llegar a una verdadera democracia, en la que la voz de la ciudadanía se escuche, se respete y se obedezca.

Hoy por hoy la mayoría de los mexicanos estamos viviendo la traición de una clase política que durante años nos ha ignorado y terminó sumiéndonos en la tragedia y la injusticia, en una dinámica en la que los políticos se vuelven ricos, mientras la sociedad se empobrece.

El problema es que ni siquiera tenemos oportunidad de escoger las cartas que los partidos nos presentarán, pues entre ellos, con sus acuerdos, concertacesiones y canonjías, deciden a quiénes podemos elegir.

En otros países con democracias maduras, el voto se usa de manera útil y obliga a los políticos a ser responsables con la ciudadanía, a hacer su trabajo, a escuchar a sus representados, a dar soluciones a sus demandas y a rendir cuentas.

Desde el México posrevolucionario, la estructura política que se construyó, y en la que se ha sustentado nuestra “democracia”, con todos los vicios y defectos que todavía padecemos, ha permitido que solo les interese el poder y el dinero. ¿O usted conoce a algún político pobre que tenga que vivir de su trabajo? Todos gozan de un retiro o exilio dorado en México y en el extranjero.

SOTTO VOCE

Buenas noticias llegan desde la Feria Internacional de Turismo de Madrid. En esa muestra de gran renombre, Acapulco se convirtió en la estrella del evento al recibir cuatro premios por Mejor Producto; Premio Excelencias Turísticas Internacional al Playa Viva, hotel Boutique Regenerativo y dos reconocimientos ASICOTUR. Todos estos proyectos fueron impulsados por la gobernadora Evelyn Salgado.

El colmo de la semana. En un país como el nuestro en el que hay más de 100 mil personas desaparecidas, a diario se cometen atropellos y el Estado de derecho es de chocolate, la titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, pide desaparecer ese organismo y sustituirla por una “defensoría” del pueblo. Meaning what?

Marko Cortés reiteró en nuestro espacio de Radio Fórmula que el equipo de Xóchitl Gálvez en breve anunciará una nueva estrategia, una sacudida y una gran sorpresa que les permitirá incluso ganar la contienda presidencial. ¿Será?

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