Colaborador Invitado

Perspectivas económicas de Monex para 2024

Para el siguiente año, se estima un escenario en el que se presente un aterrizaje suave y que el crecimiento mundial se modere y que la inflación continuará descendiendo de forma gradual.

Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil

Para 2024, esperamos un escenario en el que se presente un aterrizaje suave y que el crecimiento mundial se modere de 3.0 por ciento en 2023 a 2.9 por ciento en 2024, debido principalmente a una desaceleración de las economías desarrolladas. Si bien, el mercado laboral mundial continúa ajustado, recientemente ha mostrado indicios de cierta holgura. Además de que, el exceso de ahorro acumulado en las economías avanzadas como porcentaje del PIB ha comenzado a disminuir. Aun así, prevemos un comportamiento heterogéneo entre ellas. Por un lado, esperamos que el PIB de Estados Unidos crezca 1.5 por ciento anual el próximo año.

En lo que respecta a los países emergentes, estimamos que la actividad económica de China seguirá enfrentando retos. Entre sus principales riesgos se encuentran los problemas que persisten en el sector inmobiliario, la pérdida de participación dentro de las importaciones que realiza EU, así como el elevado desempleo juvenil.

Estimamos que la inflación continuará descendiendo de forma gradual, con la posibilidad de que reduzca aún más su ritmo ante diversos riesgos en el horizonte. Para EU, proyectamos que cierre 2024 en 2.7 por ciento, por encima del 2.0 por ciento objetivo de la Reserva Federal, lo que propiciará que el banco central mantenga una postura restrictiva y que la tasa de fondos federales permanezca elevada por más tiempo. Prevemos que la Fed la recortará en dos ocasiones, cada una en 25 puntos base, en el segundo semestre del año.

Sobre México, en el acumulado de enero a septiembre del presente año, el PIB presentó un crecimiento del 3.5 por ciento, con cifras ajustadas por estacionalidad. Este desempeño superó con creces las proyecciones que se tenían a principios de año. La demanda interna se expandió a un ritmo acelerado. El consumo mantuvo una tendencia al alza; mientras que, la inversión fija bruta registró un aumento significativo, principalmente por los sustanciales incrementos en el gasto en maquinaria y equipo de origen importado y, en mayor medida, en la construcción no residencial. En cuanto a la demanda externa, las exportaciones manufactureras crecieron 4.4 por ciento al tercer trimestre. Ante ello, estimamos un incremento del PIB de 2.1 por ciento para 2024, derivado del crecimiento inercial, los avances del nearshoring y un mayor gasto público.

La inflación ha disminuido de manera constante a lo largo de los últimos 9 meses. Si bien, en octubre (4.26 por ciento) se acercó al límite superior del intervalo de variabilidad de más/menos un punto porcentual alrededor de la meta de 3.0 por ciento, prevemos que terminará el 2023 en 4.5 por ciento, lo que implicará un alza en los últimos dos meses del año. Para 2024, prevemos que la subyacente seguirá mostrando una elevada persistencia, principalmente por el componente de servicios; al tiempo que la no subyacente enfrentará presiones ante incrementos en los precios de las materias primas. Con ello, estimamos que la inflación cerrará 2024 en 3.9 por ciento.

Ante esta coyuntura, consideramos que el próximo movimiento de la tasa objetivo de Banco de México será a la baja. Estimamos que la Junta de Gobierno la recortará en 25 pb en su primera reunión de 2024, a celebrarse el 9 de febrero, lo que no implicará el inicio de la normalización monetaria. Si bien, la inflación general ha presentado un comportamiento positivo, existen riesgos en el horizonte que pudieran generar un repunte sostenido. Por ello, prevemos que la decisión de ejecutar un recorte de una sola vez tendrá como objetivo evitar que la postura restrictiva del banco central se profundice. Ya que, aunque la tasa nominal se ha mantenido estable desde marzo, la real ex-ante de corto plazo ha aumentado en casi 70 pb desde esa fecha, gracias a la reducción en las expectativas de inflación. Esperamos que la normalización comience en el segundo semestre y que la tasa nominal cierre el año en 9.25 por ciento.

En lo que respecta al tipo de cambio, en lo que va del 2023, el peso acumula una apreciación de 9.5 por ciento frente al dólar, ubicándose por segundo año consecutivo como la segunda moneda más apreciada. Dentro de los factores que apoyan este comportamiento se encuentra una sólida entrada de dólares a México por exportaciones no petroleras, remesas, inversión y turismo. Además, del atractivo en términos absolutos (11.25 por ciento) y relativos (diferencial de 575 pb entre las tasas de México y EU) de la tasa de interés de corto plazo se ha mantenido elevado. Ante ello, estimamos que el tipo de cambio cerrará este año en 17.9 pesos y en 19.0 pesos el próximo, frente a una mayor volatilidad por la cercanía de los procesos electorales en México y Estados Unidos.

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