Colaborador Invitado

Marcelo y «El laberinto de la soledad». En política se requiere de tiros de precisión y no de escopetazos

Ebrard propuso crear la Secretaría de la 4a Transformación y nombrar como su titular al hijo del presidente. Esto es un contrasentido político porque Andrés Manuel López Beltrán está muy cerca de los afectos de Claudia.

El presidente López Obrador está operando con todo el proceso electoral interno de Morena. Su capacidad de reacción política está a la vista. La construcción del acuerdo que firmaron los seis precandidatos tranquilizó los ánimos y, por lo pronto, evitó la división y la diáspora política. Su propuesta ha acaparado la atención nacional e internacional. Desde las mañaneras dicta la agenda. Todas y todos están en esa sintonía, al margen los problemas nacionales.

A Marcelo le aceptaron varias de sus sugerencias, entre otras, las renuncias y las encuestas espejo; logró acaparar la atención pública al adelantarse a los acontecimientos. La gente está en busca de liderazgo y de cierta independencia del poder. Entró al proceso con el pie derecho. Se le veía confiado, contento y satisfecho.

Sin embargo, en unos cuantos días, de modo inexplicable y, para muchos, abyecto, propuso crear la Secretaría de la 4.a Transformación y nombrar como su titular al hijo del presidente, Andy López Beltrán. Es una aberración y un contrasentido político. Es una equivocación, no había ninguna necesidad. A López Obrador le debe dar pena ajena. Andy es un factor muy importante en este gobierno y está muy cerca de los afectos de Claudia. Ya sólo falta que ésta le mejore la apuesta y le ofrezca Gobernación.

«Pero qué necesidad», como decía Juanga. «En la casa del jabonero, el que no cae, resbala». Este resbalón podría tener un alto costo y será aprovechado al máximo por los otros precandidatos. Al mejor cazador se le va la liebre. En este proceso se requiere de tiros de precisión y no de escopetazos. Los halagos y las zalamerías a López Obrador son contraproducentes, le generan desconfianza y temor.

Nadie duda de que el factor determinante en la selección del candidato de Morena será el presidente y finalmente se inclinará por aquel o aquella a quien le tenga mayor confianza y garantice su protección personal y la de su familia. El nombramiento de la nueva secretaria de Gobernación es revelador y obedece a este factor. Es un buen ejercicio para los agoreros de mensajes políticos: mujer, joven y leal a López Obrador.

En este proceso inédito, en «El laberinto de la soledad», los precandidatos no saben qué hacer, están confundidos, no le encuentran la cuadratura al círculo, siguen haciendo lo mismo: mítines y acarreados. Eso ya no funciona. Es un asunto electrónico, de aplicaciones, de internet, de redes y videos. Este es el mecanismo para penetrar en la opinión pública y lograr así el conocimiento y la aceptación que les permita avanzar en las encuestas.

La carrera presidencial de Morena está en marcha. El documento que contiene los lineamientos generales del método a seguir está firmado por los contendientes. Semanas de intensa actividad política-electoral. La tarea no será fácil, aflorará la pasión y los grupos de partidarios encenderán la hoguera de los sentimientos humanos. Esperemos que al final de la jornada, se logre la legitimidad de la o el elegido.

Roberto  Albores Guillén

Roberto Albores Guillén

Exgobernador de Chiapas

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