Colaborador Invitado

El fantasma de la rebeldía democrática amenaza a Morena

La 4T está en proceso de desgaste, existen barruntos y focos rojos. Las elecciones intermedias fueron el toque de alarma y una advertencia popular.

El gobierno está en una encrucijada política. López Obrador conoce la volatilidad de la gente y sabe que «sus otros datos» no corresponden a la realidad y su aceptación personal no será suficiente garantía para ganar en 2024. Su liderazgo no es transferible en automático a los ciudadanos que acudirán a las urnas. Su fotografía y su nombre no estarán en la boleta electoral y los fantasmas de la inseguridad, salud, economía, corrupción e impunidad siguen recorriendo el país. La proclama del éxito de los programas oficiales no corresponde a lo que registran las encuestas que miden la opinión pública.

La 4T está en proceso de desgaste. Existen barruntos y focos rojos. Las elecciones intermedias fueron un toque de alarma y una advertencia popular. Morena perdió las principales alcaldías de la CDMX, la mayoría en la Cámara de Diputados y las principales ciudades del país. La derrota en la capital caló hondo. «Cuando creían tener todas las respuestas les cambiaron las preguntas».

«El horno no está para bollos». No salió la reforma eléctrica y menos la electoral. Se ha fortalecido la oposición y al INE y se recompuso la alianza de los partidos opositores. En este contexto de polarización, crispación política y reacomodo de fuerzas la forma de elección por encuestas de la o del candidato de Morena a la presidencia de la República no convencerá a la opinión pública, menos a los partidarios de cada prospecto ni, por supuesto, a los perdedores.

A este proceso le está faltando legitimidad. La gente percibe dados cargados a favor de la jefa de Gobierno. El pueblo sabio es agnóstico respecto a las encuestas y cada vez se convence más de que Claudia y Adán son los únicos invitados, con pase seguro, al banquete de la fortuna sexenal. Es más: ese pueblo se atreve a afirmar que el verdadero tapado del tabasqueño es su hermano y paisano Adán Augusto López Hernández.

El factor Monreal está representando un papel importante en esta contienda. Está jugando y ganando tiempo a su favor y mientras no decida su retirada es el cuarto precandidato morenista, quiéranlo o no, que está creciendo con un discurso atractivo a la oposición y exigiendo votación directa y democracia interna para la selección del candidato de Morena.

La permanencia de Monreal en Morena ayuda a Ebrard y a Adán y debilita a Claudia. Es probable que el senador y el secretario de Relaciones Exteriores recorran juntos esta travesía y se unan para pedir piso parejo, debate público y, muy pronto, la renuncia de los prospectos para transparentar el proceso. Y ya en la tercera llamada, como en el teatro, entre los tapados (Monreal, Marcelo y Adán Augusto) se podría alcanzar un gran acuerdo político y cerrar con apoyos y declinaciones a favor de uno de ellos. De no construirse este acuerdo, se podría iniciar la diáspora de los dos primeros rumbo a la oposición y ser candidatos a la presidencia de la República y a la jefatura de Gobierno de la CDMX.

En política todo puede pasar, nada está escrito. La relación de causalidad es imperceptible. «Pocos franceses, en aquella fría mañana de París, se dieron cuenta que en el tronar de los cascos de los caballos napoleónicos, se iniciaba el 18 de Brumario.»

Roberto  Albores Guillén

Roberto Albores Guillén

Exgobernador de Chiapas

COLUMNAS ANTERIORES

La justicia no necesita popularidad
E-learning: ¿por qué los pagos siguen siendo un obstáculo?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.