Colaborador Invitado

Ser o no ser: El futuro de los Intermediarios Financieros No Bancarios

Los IFNB nacieron con el objetivo de incrementar el acceso al crédito en México e impulsar la inclusión financiera como medio para lograr un mayor crecimiento económico y equidad social.

Enrique Presburger*

El sector financiero no bancario enfrenta, sin lugar a dudas, su momento más determinante para fijar su posición y permanencia en el sistema financiero mexicano: Por un lado vive la gloria de ser el único segmento financiero que crece en pandemia y atiende la recuperación económica de este país a través del financiamiento de sus Pymes, y por el otro es el mismo nicho que se ha visto debilitado por el incremento regulatorio, la ausencia de mecanismos de liquidez y garantías gubernamentales y el debilitamiento de las entidades de banca de desarrollo, situación que produce una sequía importante de liquidez y encarece sus operaciones. Del impulso o debilitamiento definitivo de figuras como las Sofomes, Sofipos y Uniones de Crédito dependen millones de empresas, empleos y familias en México.

A continuación, presentamos los retos principales que vislumbramos y el rumbo que debiera tomar la política pública relacionada al gremio de los Intermediarios Financieros No Bancarios (IFNBs):

• Autoridades y leyes: La regulación al segmento de Intermediarios Financieros No Bancarios ha crecido de manera exponencial. Hoy las entidades reportamos ante sociedades de información crediticia, la CNBV, Condusef y Banco de México. El enfoque sin embargo para con el sector es punitivo, es decir, orientado al castigo. Mientras se incrementan los reportes, multas, costos de operación y restricciones, no avanzan los incentivos. Hay menos fondeo y no hay programas de garantías ni liquidez para formar mercado que ofrezca el Estado. Las nuevas disposiciones de las autoridades se centran en restringir procesos de cobranza, proteger al deudor, y retrasar castigos de cartera de forma contable. Hacen falta en cambio iniciativas para agilizar la adjudicación de garantías, eliminar juicios largos y complejos, evitar corrupción en instancias procesales, y prevenir/castigar más duramente el impago y el fraude. Para los IFNBs operar resulta cada vez más caro y complejo, sin que por otro lado se promueva legislación para impulsar la consolidación del financiamiento especializado en México. La voz de los IFNBs debe ser escuchada para brindar certidumbre al otorgamiento de crédito en México e incentivar a que se siga invirtiendo en ello. Nada menos que el futuro económico del país, compuesto en su mayoría por Pymes, depende de ello.

• Banca de desarrollo: La banca de desarrollo del país está en la encrucijada más relevante en su historia. Hoy, muchas de las entidades más importantes y emblemáticas desde hace décadas están en proceso de congelamiento o desaceleración. Entidades como el Fifomi (Fideicomiso al Fomento Minero), la FND (Financiera Nacional de Desarrollo) y el Pronafin (Programa Nacional de Financiamiento), entre otros, han disminuido de manera importante su prestación de servicios intermediarios financieros no bancarios, lo cual representa una desdicha no solo para los propios acreedores, sino para las Pymes beneficiadas que normalmente no son atendidas por bancos tradicionales, alejados de ciertas regiones o actividades económicas especializadas (rescatamos los casos de FIRA y Nafin que destacan por haber innovado en mecanismos de afiliación de nuevos intermediarios). De igual manera, la banca de desarrollo no debe ser reorientada a préstamos de primer piso, de montos pequeños y sin garantías. Esto porque no cuentan con el personal suficiente, los sistemas o la infraestructura para hacerlo. Por último, sería una buena oportunidad para rediseñar la misión estratégica de las propias entidades de banca de gobierno, pues hoy contemplan en su mayoría solamente sectores primarios y de pequeñas poblaciones.

Necesitamos que la cartera elegible a financiar se amplíe a tecnología, comercialización, actividades secundarias y terciarias de la economía.

Los Intermediarios Financieros No Bancarios nacimos con el objetivo de incrementar el acceso al crédito en México e impulsar la inclusión financiera como medio para lograr un mayor crecimiento económico y equidad social. El resultado exitoso ha sido contundente: Hoy los IFNBs financian el 25 por ciento del crédito total hacia el sector privado en México con una colocación que supera el millón de millones de pesos y más de 50 millones de clientes en toda la República. De igual manera, los IFNBs son el sector con más actividad bursátil en México desde hace casi una década, sumando entre 200 y 400 emisiones al año, reflejo directo de su crecimiento en participación de mercado y activos colocados. Estos datos reflejan un compromiso de los IFNB por invertir y apostarle a México y a su gente. Es por eso que resulta tan importante que el gobierno dimensione la importancia de este sector en nuestro país y se comprometa a su consolidación. Sí, estamos levantando la mano.

* Presidente nacional de Asofom (Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple), y cofundador de la Confederación de Asociaciones de Intermediarios Financieros Especializados (CAIFE), asociación más grande de intermediarios financieros especializados en América.

COLUMNAS ANTERIORES

Millones en juego: El costo de la inexperiencia en proyectos inmobiliarios
Crece tu negocio, motor de crecimiento para México

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.