Los medios de comunicación informan de un delicado rebrote de coronavirus que ha puesto en alarma a varios países europeos. Ya se han cancelado vuelos a regiones que se consideran posibles transmisoras del virus. Lo más preocupante es que esta variante, se dice, puede afectar a gente ya vacunada.
«Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Argentina, Brasil y Guatemala restringieron los vuelos procedentes desde el sur de África, donde fue detectada, para evitar su rápida propagación» […]. «La Comisión Europea evalúa medidas similares, aunque Francia, Italia y Alemania ya se adelantaron» […].
El gobierno mexicano debe reaccionar de inmediato para garantizar la salud de sus ciudadanos y ciudadanas.
Mas vale prevenir que lamentar. La vida es lo más valioso que tenemos y no retoña. Nuestra existencia es una bendición de Dios. Asumamos nuestra responsabilidad de protegernos a nosotros mismos, nadie más lo va a hacer. Es nuestra batalla, tenemos que ganarla.
Los truenos anuncian tormenta sanitaria. Como ya lo señalamos, varios países están tomando medidas de emergencia ante la presencia de Omicron. Esta variante muy peligrosa de coronavirus es considerada por la OMS como más letal y de más rápida propagación que la COVID-19 originalmente tratada.
Ante esta contingencia, el gobierno debe anunciar a la población las medidas concretas que va a tomar para proteger nuestra vida.
Esta es la prioridad del país, no nos equivoquemos. El compromiso constitucional del gobierno es garantizar seguridad y vida. No hay excusa posible. Más de 500 mil almas abandonaron este mundo a causa de la pandemia. México se siente herido y mutilado por esta gran pérdida humana. El gobierno estará a prueba y tendrá el reto de demostrar que es capaz de evitar el colapso y la muerte.
Hemos sufrido la calamidad; ya se fueron nuestros seres queridos, la pandemia se los llevó. Tristeza y dolor invaden el alma nacional. Ya no más. Salvar vidas es el mejor legado de la política y del ejercicio del poder.
Con este propósito, menciono algunas medidas prácticas y de sentido común que pueden ponerse en marcha de inmediato:
1. Garantizar los recursos necesarios al sector salud para hacer frente a la emergencia.
2. Convocar a la iniciativa privada a participar en la instalación de infraestructura médica.
3. Concretar un acuerdo con los laboratorios nacionales e internacionales para asegurar el abasto de medicinas.
4. Convenir con el sector médico privado sumarse a esta noble tarea de salvamento nacional.
5. Multiplicar el trabajo y el esfuerzo de vacunación nacional para proteger a nuestra gente.
6. Aplicar la tercera vacuna a los miembros de la tercera edad.
7. Iniciar la vacunación de las niñas y niños mayores de cinco años.
8. Concluir la vacunación.
9. Iniciar de inmediato las gestiones internacionales para tener acceso a las nuevas vacunas en contra de esta variante de coronavirus.
10. Exigir prueba de COVID-19 a los extranjeros que visitan el país y a los connacionales que vienen del exterior.
11. Evitar reuniones masivas de todo tipo, como las celebraciones religiosas y políticas.
12. Convocar a los gobernadores, presidentes municipales, diputados y senadores a que se sumen a este esfuerzo nacional.
Si es tan grave y letal esta variante de coronavirus como informan los medios nacionales e internacionales, entonces no se debería escatimar el esfuerzo, oficial y privado para afrontar la posible calamidad sanitaria. El gobierno tiene la palabra y debe compartirnos su información y responsabilidad. Ojalá.