El día de ayer se realizó un debate sobre el Futuro de la inteligencia artificial en México, en el Instituto Nacional de Desarrollo Industrial y Transformación Digital, en donde se mostró la necesidad de reestructurar al sector público para adecuarlo a los retos que se le presentan al país para generalizar la estrategia y convertirnos en una potencia en la materia. No es una tarea fácil, requiere de voluntad y de recursos, suponiendo que existe la voluntad, lo que falta es una organización para instrumentarla.
El instituto había realizado un evento a finales de 2023, en donde propuso en esa ocasión, conjuntamente con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), representado por su presidente, Francisco Cervantes Díaz y el Instituto para el Desarrollo Industrial y la Transformación Digital (INADI), representado por su presidente Arturo Oropeza García, la propuesta: “La Nueva Era de la Política Industrial Digital en México”.
La propuesta destacó en ese momento que, si bien durante las últimas cuatro décadas el modelo económico observó un lento crecimiento y diversificación de la economía, la industria y las exportaciones, fueron insuficientes en términos de inclusión social, desarrollo regional y sustentabilidad.
Aunado a que el intenso surgimiento de la Primera Revolución Digital reta al desarrollo económico e industrial de México a adoptar políticas de gran calado que acompañen a las empresas nacionales a enfrentar los desafíos de un nuevo tiempo del desarrollo, marcadamente de industria 5.0, es decir, políticas sustentables, inclusivas y digitales.
Por ello, entre otros aspectos, se plantea la creación de un Sistema Mexicano de Política Industrial Digital, que contenga una visión con miras al año 2040 y que convoque a los sectores público, privado, social y académico del país, en torno a un gran proyecto de desarrollo industrial digital que atienda la parte educativa, científica y tecnológica, así como al sector gobierno, la conectividad y la transformación industrial digital.
El proyecto propone que las diversas regiones se digitalicen, orientando este esfuerzo económico a la mejora del ser humano con compromiso de sustentabilidad y bienestar social. Se trata de generar mayor inclusión social con bases productivas, porque la experiencia demuestra que es la única manera real de generar un desarrollo equitativo y sustentable.
Para lograr este objetivo, es necesario contemplar: la creación de un Consejo Nacional Industrial Digital, la firma de un Acuerdo Nacional, la elaboración de un Plan Nacional Industrial Digital 2025-2040, la asignación de un presupuesto sustentable, la creación de una ley en la materia y un Comité de Evaluación.
En este sentido, atendiendo a modelos industriales exitosos en la escena internacional, es indispensable que el Estado asuma un fuerte compromiso con el sector privado en una sinergia orientada en todos los aspectos hacia la mejor implementación de la política industrial digital; identificando sectores prioritarios y estratégicos.
Las metas económicas de esta propuesta serían, entre otras: serían alcanzar una tasa de crecimiento del 5 por ciento anual promedio para duplicar el PIB en 15 años; aumentar a 40 por ciento el contenido nacional de las exportaciones en el camino hacia la visión 2040; elevar la participación del valor agregado mundial de manufactura al 6 por ciento: posicionar al país entre los primeros 15 lugares de rendimiento de competitividad industrial (ONUDI); aumentar la inversión como proporción del PIB al 35 por ciento; y alcanzar el 6 por ciento del PIB en financiamiento a través de la Banca de Desarrollo.
Se señaló que las metas en materia de Industria Digital serían, entre otras: alcanzar el primer lugar de América Latina en transformación digital; aumentar el valor agregado bruto del comercio electrónico al 15 por ciento del PIB; aumentar los productos TIC al 40 por ciento de las exportaciones; y alcanzar el primer lugar en registro de patentes de América Latina; y bajar el costo total del espectro a niveles promedio de América Latina.
Como se puede observar, la propuesta es desarrollar ecosistemas de innovación social y económica, la propuesta es que con acciones como ésta, el sector privado busca refrendar su compromiso de insertar a las empresas en la era digital, incorporar tecnologías y fomentar ecosistemas de innovación social y económica, además de crear mayores sinergias con instituciones académicas para promover la capacitación y el desarrollo, con el propósito de crear mayores beneficios y eficiencia para la industria y sus comunidades, en congruencia con los principios de dimensión social.
Finalmente se señaló la necesidad de crear una agencia de desarrollo digital dentro del sistema de Naciones Unidas para asegurar que el sistema se reproduzca a nivel global.