Desde San Lázaro

En peligro, la estructura jerárquica del gobierno capitalino

La estructura jerárquica del gobierno de la CDMX está en peligro, en tanto no se esclarezcan las razones que causaron el asesinato de los dos funcionarios cercanos a Clara Brugada.

Mientras que en Palacio Nacional arrancaba la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la que Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, acostumbra rendir el parte de guerra semanal de la lucha contra el crimen, a unos cuantos kilómetros, sobre Calzada de Tlalpan en la CDMX, un sicario acribillaba a Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa del gobierno capitalino, Clara Brugada, y a su coordinador de asesores, José Muñoz Vega. Ambos personajes eran muy cercanos desde hace varios años a la exalcaldesa de Iztapalapa.

El mensaje fortalece dos hipótesis: una, la relación que tienen los malosos con funcionarios de primer nivel; y dos, la provocación contra las altas esferas del gobierno de la capital del país por incumplimiento de supuestos acuerdos.

La estructura jerárquica del gobierno de la CDMX está en peligro, en tanto no se esclarezcan las razones que causaron el asesinato de los dos funcionarios cercanos a Brugada, y lo que es un hecho es que todos los funcionarios de oficinas centrales (desde los jefes, Brugada-Cravioto) deberán reforzar sus esquemas de seguridad y resguardo, toda vez que está claro que se ha recrudecido la guerra de los cárteles en la ciudad (en alianza con el CJNG y el de Sinaloa) contra ellos.

Es evidente que los criminales están dispuestos a enfrentar al gobierno mexicano sin importar el rango o el nivel de los funcionarios públicos y si hoy le sucedió a dos cercanos de la jefa del gobierno capitalino, mañana pueden atreverse a ir más arriba de los mandos operativos.

El gobierno de la 4T debe reforzar su estrategia de seguridad a nivel nacional y en ello debe estar toda su atención y prioridad, que requiere no solo de voluntad política, sino de limpiar la casa de servidores públicos coludidos con el hampa. La limpia debe empezar al interior de los tres niveles de gobierno.

Si prevalece la impunidad en este asesinato, será un mensaje ominoso para la sociedad ante la incapacidad gubernamental y, en contraparte, levantará el ánimo de los criminales que han ido perdiendo terreno en varias entidades, merced a la labor de zapa que hace Omar García Harfuch.

El narcoterrorismo tiene como objetivo sembrar el temor entre la población, que se siente totalmente en estado de indefensión ante este tipo de asesinatos en donde son acribillados funcionarios de alto nivel que se supone están resguardados. Entonces, en esta lógica, ¿qué les espera a los ciudadanos indefensos, quienes están a expensas de los grupos delincuenciales?

Las autoridades federales y de la metrópoli deben capturar de inmediato (si es que no lo han hecho) a los autores materiales y, por supuesto, a los intelectuales de este asesinato, para apaciguar los ánimos de la ciudadanía y mandar un mensaje de control y poder sobre los malhechores.

Desde luego, a raíz de estos trágicos acontecimientos van a salir los demonios y se van a elaborar toda clase de teorías conspirativas, aunque la realidad es que se trata de un ajuste de cuentas, de eso no hay la menor duda.

Si esto ocurre en el corazón del país, no me quiero imaginar lo que sucede en esas poblaciones fantasmas por los miles de desplazados por la violencia, levantamientos y secuestros que ocurren en buena parte del territorio nacional.

El grado de descomposición de la seguridad y del empoderamiento de los criminales alcanzó su cúspide en el sexenio de López Obrador, debido a la connivencia con ellos, merced a la estrategia fallida de abrazos, no balazos, y ahora la presidenta enfrenta las consecuencias del desastre provocado por su mentor.

Por desgracia, apenas se está abriendo la caja de Pandora y ello presupone que la violencia continuará por un tiempo hasta que el Estado asuma su principal tarea, que es la de resguardar a la población y su patrimonio.

Estamos ante varios hechos contundentes: la ingobernabilidad, el narcoterrorismo y una crisis económica que se acentúa con las presiones de Donald Trump contra el gobierno mexicano, por estar precisamente sometidos ante los capos de la droga.

Nos solidarizamos con los familiares de las víctimas y hacemos votos por que, en el corto plazo, nuestro México querido recobre la paz y que los nuevos jueces velen por el cumplimiento del orden constitucional, por encima de los intereses políticos de la 4T.

A unas horas del artero asesinato, Clara Brugada reiteró su compromiso con la no impunidad y mantener la lucha implacable contra la inseguridad, al tiempo de mostrar su afecto a las víctimas y a sus familiares.

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