Javier Amieva

Javier Amieva: Septiembre 11, el espíritu guerrero y la desfachatez de Trump

El ataque terrorista de septiembre 11 fue la causa que desató las guerras de Iraq y de Afganistán ante una sobre-respuesta de George Bush.

Los ataques terroristas contra Estados Unidos (EU) hace 20 años sumieron a esta nación en una guerra de dos décadas que solo ha dejado miles de soldados estadounidenses muertos y millones de familias en los países de oriente en la desesperación e inopia.

El ataque terrorista de septiembre 11 fue la causa que desató las guerras de Iraq y de Afganistán ante una sobre-respuesta de George Bush. Veinte años después a Biden le tocó la retirada de Afganistán del plan ordenado por Trump, y su culpa simplemente es no haber tenido mano dura en una retirada que deja a un país en las manos de terroristas y grupos extremistas que han ganado poder, adeptos y control que antes no tenían sobre Afganistán.

La guerra de Afganistán,  costó a los contribuyentes de EU billones de dólares en dos décadas de guerra que a su vez engendraron una nueva generación de terroristas en todo el mundo, eso ha sido parte del problema que cambió la vida de Norteamérica y del mundo después del ataque del 9/11. Caprichos presidenciales extremos: “Amenazó a mi padre de muerte”, adujó George Bush ante las cámaras.

Bin Laden logró lo que quería. EU necesita urgentemente idear un nuevo enfoque para combatir el terrorismo, escribió el consejo editorial de Bloomberg. La “guerra contra el terrorismo” tenía la intención no solo de terminar con Al Qaeda y aplastar a los talibanes, sin embargo, hoy Al Qaeda está renovada y los talibanes al frente de un país sin futuro.

Hace algunos años, tuve oportunidad de reunirme con un grupo de oficiales diplomáticos en México y comentando sobre el tema del entonces “status quo” de la guerra en Iraq y en Afganistán se sintieron ofendidos cuando comenté que EU mantiene un espíritu guerrero; una diplomática simplemente dijo en voz alta: ¿Nosotros espíritu guerrero?

Ante la respuesta de sorpresa y mueca de negación de la diplomática, comprendí que las diferencias culturales no les permiten percibir y menos cuantificar el daño que infringen e ignoran que las respuestas de las masas -dicho sin ofender-, son impensadas y más de las veces violentas y esto crea círculos viciosos difíciles de extinguir.

Debemos de entender que las diferencias culturales a veces son abismales, así que, si no somos tolerantes con otras culturas y nos empeñamos en “castigar” acciones ajenas o culparles del pasado, el resultado puede ser negativo y a veces desastroso. Japón, Vietnam y Alemania han sido ejemplos de que hay que vivir el presente, adecuar nuestra cultura a la tolerancia y apostar por la educación, llave única para ser tolerante. Los ignorantes son intolerantes.

Regresando a Afganistán, durante una desordenada evacuación fue necesario llevar  más efectivos que ayudaran a proteger a los ciudadanos que buscaban salir del país, y el resultado fue que hubo trece Mariners asesinados cuando protegían a los civiles desarmados que trataban de escapar a toda costa.

Uno de esos trece Mariners, era un hispano de 20 años, nacido en Laredo, Texas apenas cuando Bush inició la guerra contra Al Qaeda. Este cadete -niño preparatoriano- por ser de una familia de bajos recursos económicos, le sería muy difícil costearse una carrera profesional así que decidió pertenecer a un grupo de “elite” de su escuela, los cadetes Mariner.

El viernes pasado se recibió su cuerpo en Laredo, Texas, con todos los honores se le despidió al cadete y fue un triste gran acontecimiento para los ciudadanos y un alivio para la familia cuya madre declaró que era un héroe su hijo pero que ella nunca había querido que se enlistara’ “era su sueño, pero no el nuestro”, declaró su inconsolable padre.

Cada escuela secundaria y cada Universidad en EU mantienen oficinas de reclutamiento para captar jóvenes cadetes que se deslumbran por la difusión de comerciales televisivos de imponentes aviones y barcos de guerra, sin embargo, muchos de ellos son llamados como activos al frente de guerra, la juventud se sacrifica en las guerras. Esa es una cultura guerrera de la cual se sienten orgullosos los norteamericanos.

Pero, por otro lado, juzgue usted estimado lector, la cultura de la desfachatez y el mercantilismo sobre cómo El expresidente Donald Trump tomó la decisión de pasar el vigésimo aniversario de los peores ataques que ha sufrido el país que una vez presidió. El 11 de septiembre de 2021, el neoyorquino de nacimiento, fungió como comentarista en el ring en un combate de boxeo de pago por evento que cuesta 49.99. Su sobrina Mary Trump lo calificó de “vergonzoso”. “Es algo que me gusta”, dijo descaradamente Trump, la vergüenza del pueblo norteamericano

Javier Amieva

Javier Amieva

Licenciado en Derecho, Especialista en Logística de Comercio Exterior y Asuntos Migratorios en USA.

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