New York Times Syndicate

Uber reparte bonos en China para conquistar a choferes

En su ambicioso plan por conquistar el mercado chino y emular el éxito obtenido en Estados Unidos, la empresa de transporte Uber está ofreciendo grandes sumas de dinero a choferes. 

Uber es invirtiendo dinero vertiginosamente para rajar el mercado de China, incluso pagándoles a sus choferes más que las tarifas que ellos cobran.

Rebosante con casi 6 mil millones de dólares en capital de riesgo, Uber, con base en San Francisco, está repartiendo bonos de hasta tres veces la suma de sus tarifas, en una apuesta en el sentido que su excepcional ascenso en Estados Unidos puede ser igualado en China.

Hasta ahora, su estrategia está funcionando, destrozando supuestos prevalecientes en cuanto a que jóvenes empresas tecnológicas de EU no pueden competir en contra de rivales locales.

La ola de gasto ha atraído grandes números de choferes como Jacky, analista de sistemas en una empresa internacional de telecomunicaciones, quien hace poco empezó a trabajar adicionalmente para Uber con su Ford Fiesta en Shanghái. A finales de mayo, Uber informó que había creado más de 60 mil empleos en China durante el mes pasado, con la proliferación de su servicio incitando protestas de algunos choferes de taxi.

''Esta es realmente una gran oportunidad para que yo gane algo de dinero extra'', dijo Jacky, hombre de 34 años de edad, quien se negó a dar su nombre completo porque estaba divulgando información interna sobre Uber.

Si bien otros servicios que proveen transporte de pasajeros también ofrecen bonos al conductor, Jacky dijo que Uber paga la tarifa más alta. En las primeras tres semanas de mayo, destacó, ganó el equivalente de alrededor de mil dólares de Uber - o casi la mitad de su salario mensual de 2 mil 100 dólares en la empresa de telecomunicaciones - con la mayoría de sus ahorros como chofer viniendo de los subsidios.

Aunque China representa una escala descomunal como mercado, ha mantenido a raya la entrada de prácticamente cada nueva empresa tecnológica de Occidente con alguna importancia. Uber, empresa creada hace cinco años que opera en más de 310 ciudades y 58 países por todo el mundo, enfrenta a rivales chinos surgidos internamente como Didi Kuaidi, que tiene más de 90 por ciento del mercado y es respaldada por dos de las mayores empresas del internet chino, Alibaba y Tencent. Asimismo, pudiera tener que luchar con un inconstante gobierno central que pudiera sacarlo del mercado de la noche a la mañana.

Sin embargo, chinos más ricos y cosmopolitas han llegado en tropel al servicio de Uber, atraídos por las tarifas que en promedio son 35 por ciento menores que las de taxis, siendo los automóviles más lujosos normalmente que taxis y con choferes que ofrecen agua sin costo, típicamente más corteses.

Uber está suministrando más de 100 mil viajes al día en China, con base en dos personas enteradas de la métrica interna de la compañía, quienes se negaron a ser identificados debido a que los números son confidenciales. Eso equivale más o menos a 10 por ciento del millón de viajes al día que Uber informó que estaba obteniendo a lo largo de la empresa, en diciembre.

Tan solo en la ciudad central de Chengdu, Uber ha atraído a 20 mil choferes desde 2014, comparado con 26 mil en la Ciudad de Nueva York que se han unido desde 2011.

Travis Kalanick, el director ejecutivo de Uber, está formando equipo con el gigante chino de internet, Baidu, y efectuando múltiples visitas al país, incluida una del mes pasado a la capital de la provincia de Guiyang, en el suroeste.

''A Uber le está yendo muy bien en las ciudades de primer nivel. y es un tanto sorpresivo'', dijo You Na, analista en ICBC International, con base en Hong Kong. ''Los subsidios marcan una gran diferencia''.

Una portavoz de Uber se negó a comentar sobre la magnitud de los negocios de la empresa en China. Uber está en pláticas con inversionistas para reunir alrededor de otros mil 500 millones de dólares en un financiamiento que la valuaría en 50 mil millones de dólares.

Uber empezó a hacer pruebas en China a finales de 2013 en las ciudades sureñas de Guangzhou y Shenzhen, centrándose en un servicio que permitiría a los usuarios detener autos para viajes de empresas de limusinas con licencia. En vez de seguir a otras empresas tecnológicas de Occidente, que a veces han dependido de gerentes extranjeros con escaso conocimiento de China, Uber contrató y facultó a personas locales para que actuaran como gerentes para manejar operaciones en ciudades como juzgaran apropiado. Actualmente opera en nueve ciudades chinas.

La empresa también asumió un enfoque más cauteloso y cooperador en China, a diferencia de otros países, donde ha evadido flagrantemente a las autoridades. En diciembre Uber vendió una participación a Baidu y empezó a trabajar para ofrecer su servicio directamente en la popular aplicación de mapas de Baidu. Uber se ganó elogios hace poco del director de un prominente grupo de la industria china de internet por comportarse más como una empresa china que como un eBay o un Amazon.

Sin embargo, en octubre, Uber expandió un nuevo servicio que lo puso en terreno cuestionable en términos de regulación en el país. El servicio, juguetonamente llamado Uber Popular en honor al lenguaje marxista favorecido por el Partido Comunista, se asemeja a los que Uber hace en otras partes al permitir que choferes particulares se registren y transporten pasajeros por una paga.

El servicio es contrario a lo que ofrecen empresas como Didi Kuaidi, que ya sea permite a los clientes detener a taxis directamente o usar contratos con empresas privadas de limusinas para ofrecer automóviles de lujo a precios de lujo.

Aunado a esto, atrajo el escrutinio de gobiernos locales debido a los choferes carecen de licencia. En los últimos dos meses, autoridades locales en Chengdu y Guangzhou han allanado oficinas de Uber en respuesta a la cuestionable legalidad del Uber Popular.

Autoridades locales de tránsito vehicular en Guangzhou y Chengdu no respondieron a peticiones para comentarios. Al momento de las redadas, Uber informó que estaba cooperando con oficiales. El Uber Popular sigue operando en ambas ciudades.

Estas redadas han impulsado protestas de choferes. En Chengdu el mes pasado, cientos de choferes de Uber criticaron con dureza a la policía local de tránsito luego que el auto de un chofer fuera incautado.

El Uber Popular también ha generado una batalla con Didi Kuaidi, que el mes pasado lanzó su propio servicio de choferes particulares, llamado Kuaiche. A las pocas semanas, Didi Kuaidi anunció una iniciativa para invertir mil millones de renminbi (alrededor de 160 millones de dólares) subsidiando el programa en la forma de descuentos para los pasajeros e iniciativas para choferes.

''Les damos la bienvenida a toda buena competencia'', dijo Jean Liu, el presidente de Didi Kuaidi, en una sesión informativa del 22 de mayo. ''Este es nuestro mercado interno; amamos tanto a este mercado, que deseamos asegurarnos de que crezca de manera saludable, sustentable y segura''.

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