Los empresarios veracruzanos coincidieron en que aunque resulta positiva la captura del exgobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, es urgente que se logre reponer el dinero público que fue robado durante su periodo de gobierno.
El presidente de la CMIC Veracruz, Pedro Aguilar Pizarro, aseguró que cualquiera que haga mal uso de los recursos debe ser castigado. Asimismo, refirió que lo más importante es que se acabe la impunidad, ya que no tiene sentido que se detenga a una sola persona si la impunidad sigue existiendo.
"México es un país con impunidad. No sólo de los funcionarios, sino de los empresarios, delincuentes, de todos. Si el gobierno realmente quiere dar una lección lo que tiene que hacer es acabar con la impunidad. Estos son chispazos esto no resuelve la situación del Estado ni del país".
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Veracruz, José Manuel Urreta Ortega, indicó que ya han solicitado a la Secretaría de Hacienda federal que el Estado reciba el dinero incautado a Javier Duarte para que los recursos fluyan ante la parálisis financiera en la que se encuentra Veracruz.
"Que los recursos de las cuenta incautadas empiecen a fluir hacia la Tesorería del Estado para que podamos hacer algo en la parte económica. La parte política está muy intensa, pero en la parte económica estamos muy parados, necesitamos reactivarnos".
El director nacional de comunicación de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Pedro Fernández Martínez, consideró que el proceso que se le siga a Javier Duarte debe ser estrictamente apegado a derecho para no permitir que haya impunidad, además de que se debe lograr que se reponga el dinero que se robó de las arcas públicas.
Finalmente, el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles región Xalapa, Marcos Suárez Domínguez, esperó que la detención de Javier Duarte tenga un "efecto dominó" que provoque que caiga el resto de las personas involucradas en el desfalco económico del estado.
Además, dijo que es necesario resarcir el daño provocado a las arcas públicas; incautar las propiedades y así se pueda recuperar un poco de lo que fue saqueado.