En medio de la tensión generada por los reclamos hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, un policía de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos amedrentó a los manifestantes con un arma.
Durante la visita del Presidente a la comunidad de Anenecuilco, municipio de Ayala, un grupo de activistas intentó entregarle un documento, lo que generó jaloneos y empujones entre elementos de la Policía estatal, el equipo de resguardo del titular del Ejecutivo federal y los inconformes.
El policía, ataviado con playera azul, pantalón beige y gafas oscuras, desenfundó su arma ante la presión de los quejosos, lo que provocó segundos de pánico.
De inmediato, los asistentes, aparentes colegas del oficial, lograron calmarlo y retirarlo del lugar, pero el hecho quedó registrado en varios videos, difundidos a través de redes sociales.
Más tarde, la CES confirmó que se trató de un elemento en servicio que sería investigado y sancionado, toda vez que se les ordenó participar en el operativo de seguridad desarmados.
Desde mediodía, la entrada de la Cancha de Futbol "Petronilo Sánchez", Unidad Deportiva de Anenecuilco, fue tomada por activistas que esperaron la llegada del titular del Ejecutivo federal para reclamarle que, a casi un año de su muerte, no se ha esclarecido el homicidio de Samir Flores, así como el rechazo a la Termoeléctrica en Huexca.
A la protesta se sumaron integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), quienes le exigieron retirar del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, la pintura en la que aparece Emiliano Zapata con tacones y sombrero rosado.
Los reclamos fueron convocados por Jorge Zapata, el nieto del revolucionario, y Álvaro López, dirigente nacional de la UNTA, quienes le acusaron de hacer oídos sordos a los reclamos de los morelenses.
López Obrador no pareció haberse percatado del incidente, escuchó los reclamos, pero no se detuvo, avanzó caminando por la calle, escoltado por su ayudantía encargada de frenar los empujones.
Ya en su discurso, el Presidente señaló que encontró cariño y respeto de los habitantes de la tierra del general Emiliano Zapata.
"Decían algunos que cómo íbamos a venir a Anenecuilco si aquí había mucha oposición, lo que encontramos fue mucho respeto y mucho cariño de la gente de Anenecuilco", expresó el mandatario.